La Navidad es una época llena de magia e ilusión y, aunque los motivos para ello son muchos y personales, hay un evento que congrega la ilusión todos cada año: la Lotería de Navidad. Cada 22 de diciembre, el Teatro Real de Madrid se llena de curiosos que quieren vivir en primera persona el sorteo y lo hacen con su mejor sonrisa y sus mejores galas, pues es habitual ver entre los espectadores del teatro disfraces y trajes creados para la ocasión.
Antes de que llegue tan señalado día, es necesario conseguir el boleto o participación con el que formar parte del sorteo, algo que se puede hacer desde varios meses antes, aunque sea en las semanas previas cuando se vean largas colas en las administraciones más populares del país.
Los lugares que más premios repartes se convierten en lugar de peregrinaje de quienes quieren añadir un extra a su suerte, escogiendo un lugar afortunado para llevarse un pedacito de su prosperidad.
Desde que los euros entraron en vigor, el precio del boleto es de 20 euros, una inversión que hacemos con la esperanza de que nos cambie la vida y que, en ocasiones, puede ser mayor, pues no es raro encontrar que en algunos lugares venden los boletos con un recargo de 2 euros.
Este aumento del precio despierta ciertas dudas entre los compradores, que se preguntan si es legal pedir este dinero extra. Lo cierto es que esto es una práctica legal, pero no en todos los casos, puede haber personas que intenten aprovecharse de la ilusión de la gente para ganar un dinero extra.
Según recoge el artículo 8 de la Instrucción General de Loterías, este recargo de 2 euros "es legal siempre y cuando la entidad esté autorizada expresamente por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE)". Es lo que sucede con los décimos que venden clubes deportivos, asociaciones de vecinos o escuelas, donde se incluye una cantidad extra a pagar que es legal y que no puede suponer un sobrecoste mayor del 20%.
Este recargo actúa como una participación, se agrega esta cantidad extra en concepto de donación a la organización que comparte ese número.
En este mismo artículo se indica que está "prohibida la reventa con sobreprecio", por lo que de no contar con la aprobación de la SELAE, se estaría cometiendo un fraude. Ante la duda, siempre parece una buena idea asegurarse antes de desembolsar ese dinero extra, por lo que preguntar si se cuenta con la aprobación de esta entidad puede ser una buena manera de asegurarnos de que no están intentando aprovecharse de la ilusión de la gente. En lugares como restaurantes, bares y otros comercios no es legal añadir un recargo adicional.
En caso de encontrarnos con una situación así, lo mejor es ponerlo en conocimiento de las autoridades, facilitando a SELAE la información en referencia al décimo y la entidad que lo ha vendido.