La famosa leyenda del caballo Troya cuenta cómo los griegos consiguieron entrar en la ciudad fortificada de Troya gracias a un enorme caballo en el que se encontraban los guerreros helenos más valientes. Pero según el arqueólogo Francesco Tiboni, quien es investigador de la Universidad de Marsella, asegura que el artefacto utilizado no fue un caballo sino un barco.
Según el experto, el error se debería a una interpretación equivocada de los escritores posteriores a Homero, el autor de la Odisea, el texto más antiguo en el que se hace referencia al caballo de Troya, tal y como recoge Infobae.
Tiboni explica su hipótesis en dos artículos publicados en dos revistas especializadas y en un libro titulado "La conquista de Troya: un engaño llegado desde el mar".
La premisa del arqueólogo es que en los poemas homéricos el episodio del caballo tiene una relevancia marginal, ya que aparece en pocas decenas de los 27 mil versos de la obra. El caballo es citado en el octavo libro de la Odisea, mientras la historia se convierte en la que conocemos hoy en día en el segundo libro de la Eneida, un poema escrito por Virgilio durante la época imperial romana, 800 años después de los hechos narrados por Homero.
Presente en la Odisea
Tiboni dice que en la "Odisea" hay una "fragmento clave" que valida su hipótesis. Es cuando la esposa de Ulises, Penélope, al quejarse por el hecho que su hijo partió a la búsqueda de su padre dice: "O cantor, ¿por qué mi hijo partió? No era necesario que se embarcara en barcos rápidos, que para los hombres son como caballos del mar".
El arqueólogo sostiene que la metáfora del barco y los caballos no es causal. Para Tiboni, Homero podría haber querido hacer referencia a un tipo de barco fenicio -una población que habitaba el actual Líbano, conocido con el nombre de "Hippos", una palabra que en griego significa "caballo", y cuya característica era tener el mascarón de proa con la forma de un caballo.
Según Tiboni, cuando Homero en la Odisea cita al "caballo" no estaría pensando en un verdadero caballo, sino en un barco como el de los fenicios. "Hippos" no sería otra cosa que el nombre con el que los griegos definían a los barcos comerciales que circulaban en esa época.
Pero además de las pruebas arqueológicas, Tiboni hace otros aportes. En la parte de la "Odisea" en el que se habla del caballo, los versos que describen la estructura del artefacto son muy genéricos y no describen ninguna parte de la anatomía del animal. Al contrario, muchas de esas expresiones tienen mucho más sentido si son referidas a un barco.
Según Tiboni, cambiando el "caballo" con un barco, no cambiaría el sentido del episodio del engaño de Ulíses, al contrario, según algunos la haría incluso más creíble. El barco "Hippos" era usado para llevar joyas y pagar tributos y ésto habría podido atraer a los troyanos.
Además, matiza que también hubiera sido más fácil para los artesanos griegos construir un barco que ya conocían y en el que hubiera sido más fácil esconder a los guerreros antes que improvisarse artistas y realizar un caballo.