El dueño de la finca de Totalán a la jueza: "tapé el pozo y nunca pensé que pudiera caer un niño"
David Serrano, el propietario de la finca de Totalán donde se abrió el agujero por el que cayó Julen, es el único imputado por un presunto delito de homicidio imprudente. Y ha sido el primero en prestar declaración ante la jueza de Málaga. Ha llegado con sus abogados, dos horas después, ha abandonado la sede judicial con una única declaración: "Estoy tranquilo. Todo perfecto". Según su defensa acababa de pasar un duro interrogatorio de la jueza del caso, centrado en conocer las circunstancias del momento de los hechos, cuando el niño cayó al sondeo, donde murió.
El dueño de la finca ha mantenido en sede judicial lo que dijo a la Guardia Civil, que tapó el agujero con unos bloques de hormigón, que había advertido donde estaba, pero que nunca pensó que un niño pudiera caer allí. Cortaba leña de espaldas al lugar, con unan motosierra, y solo oyó los gritos de terror cuando el pequeño desapareció en el suelo. Sus abogados consideran que es una "cabeza de turco" en el caso y siguen señálando como responsable del "accidente mortal" al pocero, por no legalizar las obras y no tapar el poso, dado que su cliente, "ignorante", confió en él.
El lunes los padres de Julen declararán como testigos en el juzgado de Málaga. Y una semana después lo harán el pocero, que siempre ha dicho que terminó su trabajo y tapó el agujero en el suel y el maquinista de la excavadora contratada por el dueño de la finca para hacer un muro de contención, y que declaró en su día que el sondeo estaba destapado.