Juana Rivas pide una orden judicial para contactar a diario con sus hijos
Juana Rivas tenía a media mañana una cita en el juzgado número 2 de Granada. La juez quería escuchar su declaración como investigada por un presunto delito de sustracción de menores y desobediencia a la justicia. Juana ha llegado 35 minutos tarde, acompañada de sus abogados y de su hermana Isabel. A las preguntas de los medios sobre su intención de declarar, respondía: voy a contar la verdad y a pedir ayuda.
Una vez ante la juez, la madre de Maracera, solo ha respondido a las preguntas de su abogado, Juan de Dios Ramírez. En palabras del letrado, "la actitud de su señoría, con todo el respeto, consideramos que cercernaría nuestro derecho a una defensa, y nos genera indefensión."
Juana Rivas ha dicho no saber nada de sus hijos de 11 y 3 años desde que el jueves llegaron con su padre a la isla de San Pietro, en Italia, donde vió la familia, y donde su expareja tiene fijada la residencia. Según su abogado nadie ha contestado a las llamadas de teléfono, fijo y móvil, ni a los mensajes de Whatsapp. Por eso, según Ramírrez, han presentado una demanda para que , por orden judicial, Juana pueda ver y hablar con los niños por viodeoconferencia a diario.
Juana ha permanecido en silencio, con gesto entristecido, y apoyada por famniklia y amigos, detrás de su abogado mientras hacía las declaraciones. Al abandonar el juzgado granadino, visiblemente afectada, Juana solo ha emitido palabras de agredecimiento. Sigue investigada y en libertad provisonal.