Juana Rivas: "Solo temo perder a mis hijos. No la cárcel. Ya la he vivido con este hombre"
"Lucha mamá, lucha". Son las palabras de aliento de un niño de 11 años a su madre. Siempre me lo ha dicho así, dice ella, Juana Rivas, la conocida como madre de Maracena. Pero la última vez que se las escuchó decir, fue en el punto de encuentro de Granada donde por orden judicial lo entregó, también a su hermano de 3 años, a su padre. Un momento dramático y doloroso que Juana ha compartido durante la entrevista exclusiva de El Programa de Ana Rosa, en Telecinco.
Juana toma aire para explicar que quería una despedida tranquila. Por los niños, sobre todo por el mayor, consciente del maltrato sufrido por su madre, como ella misma cuenta. Pero no pudo ser. El niño se aferraba a ella, a su ropa, cuando llegó el momento de irse con el padre, Francesco Arcuri. Juana cuenta con lágrimas cómo oyó al niño gritar, forzando la voz desesperado: "Mamá te quiero. Eres la mejor madre del mundo". Un grito desgarrador que la madre dice interpreta como "mamá lucha".
Juana ha denunciado ante la justicia española que Francesco Arcuri le cuelga el teléfono, no responde a los mensajes que ha enviado desde hace casi una semana. No sabe, dice nada de sus hijos. Por eso pide que le permitan hablar con ellos por videoconferencia a diario. "Yo quería que no se quedaran solo con esa despedida tan dramática- explica Juana- me gustaría poder preguntarles qué tal están, si han visto a sus amigos. Que no se preocupen, que esto no es el final. "
Francesco Arcuri ha presentado en Italia una denuncia por vulneración de derechos en España. En un comunicado, sus abogados manifiestan que van a denunciar por discriminatoria la ley de violencia de género española. También anuncian querellas millonarias por difamación, contra doce periodistas y políticas, entre ellas la presidenta de Andalucía. Arcuri fue condenado en 2009 por maltrato, mientras vivía con juana en Granada. Cumplió condena de tres meses
Juana, investigada por presunta sustracción de menores y desobedicencia a la justicia, continúa su batalla legal. Denuncia y solicita la competencia de España para tratarla como víctima de la violencia de género (hay jurisprudencia en el caso de una ciudadana española, como ella lo es, y también sus hijos) y que se escuche a su hijo mayor, tal y como debería haber ocurrido el 31 de agosto. Pero Arcuri ya había salido hacia Italia con los niños. Tiene dos citas con la justicia italiana: el 15 y el 31 de octubre, para dirimir la custodia de los hijos en común con su expareja.