Juana Rivas hablará con sus hijos a diario por orden judicial
Cada vez que Juana Rivas quiere saber de sus hijos Francesco le cuelga el teléfono. El último intento fue ayer por la noche con un mensaje de whatsapp, al móvil de Arcuri. Su expareja lo leyó, pero ignoró la petición: hablar con los hijos. Juana lo envió nada mas recibir la autorización de un juez italiano para saber de los niños. Perdió el contacto con el hace más de una semana, cuando, tras entregarlos a su padre, volvieron a Italia.
Juana anhela ver, aunque sea a través de un ordenador a Gabriel, el mayor y al pequeño Daniel. Hablar con ellos, sin el desgarro que fue la despedida en la comandancia de la Guardia Civil de Granada. Le gustaría preguntarles qué tal están , dice Juana, saber si han visto a alguno de sus amigos. Francesco Arcuri no lo ha permitido hasta ahora.
Pero un juez italiano responde a la petición de ayuda de Juana y ordena que "la madre ejerza, al menos una vez al día, su derecho de visita, on line o mediante videoconferencia", para mantener y favorecer el contacto con sus hijos menores. Un derecho y un deseo que Juana espera ver cumplido esta misma tarde.