Después el famoso "diésel-gate", un nuevo escándalo vuelve a salpicar al fabricante alemán de coches Volkswagen. Unos documentos recién conocidos, revelan que entre 2014 y 2015, Volkswagen usó a monos y humanos para probar la toxicidad del diésel. Les hizo respirar sus emisiones. Otras marcas como BMW y Daimlier, hicieron lo mismo.