El Parlamento ruso ha aprobado una ley que castiga con hasta 15 años de cárcel la publicación de noticias falsas sobre sus fuerzas armadas en el país. La intención es clara: intimidar a los que se oponen a la guerra.
Las imágenes de detenciones de personas que se manifiestan abiertamente contra la guerra se repiten. La última, la de una joven que anoche era arrestada por los agentes rusos en la ciudad de Ekaterimburgo. Las protestas contra la guerra se suceden por todo el país. Hay siete mil detenidos. Aun así el 'No' a la guerra sigue escuchándose con fuerza en Rusia.
Un temor, el del pueblo ruso, totalmente justificado por miedo a las represalias. Muchos son los nombres que han sufrido las consecuencias de plantarle cara a Putin.
Aleksandr Litvinenko murió en extrañas circunstancias cuando investigaba para el gobierno británico la corrupción en el Kremlin. Otro hombre, que sobrevivió al envenenamiento y pudo contarlo, fue el exespía ruso Sergei Skripal. Él y su hija aparecieron inconscientes en un parque de Inglaterra.
Bill Browder, empresario exiliado desde 2005. Moscú le acusa de evasión fiscal, también se suma a la lista de los enemigos del presidente ruso. Y el más reciente, Alexéi Navalny, envenenado, pasó un mes hospitalizado en Berlín, fue encarcelado una semana después de denunciarlo públicamente en Informativos Telecinco.