Jersón, la primera gran ciudad ucraniana ocupada por el Ejército ruso en la invasión iniciada el pasado 24 de febrero, es el lugar de residencia de Vitaly Suárez, el ciudadano ucraniano de padre español que narra todo lo que ocurre en la guerra. Desde el principio ha tratado de ayudar a numerosas familias.
Su testimonio muestra la situación de Jersón bajo el control de los rusos. La lucha por la supervivencia en la ciudad comienza muy pronto. "La gente suele venir ya dos horas antes de que se abran las tiendas", explica Vitaly. Un ejemplo de ello es una carnicería del centro, donde se graban vídeos de numerosas personas guardando cola.
Conseguir cualquier producto es cada vez más complicado, especialmente por las eternas horas de espera y por el desabastecimiento en supermercados. "Cada día queda menos (recursos), porque las carreteras están bloqueadas y los almacenes se están quedando vacíos. Es el gran problema", destaca el joven.
Este lunes se ha abierto la única gasolinera de la ciudad y la fila de coches era interminable. "Los precios están disparados como seis veces más", comenta Vitaly, que ha aprovechado esta jornada para desplazarse a una localidad cercana.
Entre los destrozos de los combates a las afueras, lleva provisiones a una familia que se ha quedado sin nada. "No pueden salir, no tienen dinero y tienen miedo", comenta Vitaly, que trata de ayudar y dar una alegría entre tanta penuria. "Traigo leche, yogures y nata", concluye el joven, todo un héroe para la localidad.