Nuevo caso de brutalidad policial en Estados Unidos, en este caso en Oklahoma. Un policía ha abatido con una pistola táser a una mujer de 65 años que se había negado a aceptar ser multada. El incidente comenzó al señalarle el agente que tenía un piloto roto y que la multaría con 80 euros. La conductora responde indignada y se niega a firmar la sanción lo que molesta al agente que coge de su coche el arma y le pide que se baje. Tras un breve forcejeo la saca violentamente del vehículo y tras resistirse a ser detenida el policía le dispara dejándola en el suelo. Ahora, la señora se enfrenta a un delito por resistencia a la autoridad y por asalto a un policía.