El pasado 7 de diciembre tuvo lugar un nuevo caso de acoso sexual hacia una reportera mientras desempeñaba su trabajo. Fue en una carrera celebrada en el estado de Georgia, la periodista, Alex Bozarjian, se encontraba en pleno directo cuando uno de los corredores le golpeaba en la nalga. “Él se separa del resto de los corredores, hace el movimiento con su mano y me golpea muy fuerte”, contaba después Bozarjian en su propia cadena.
Desde que ocurrieron los hechos la policía de Georgia y la periodista han trabajado activamente para identificar al agresor. Bozarjian, el mismo día de los hechos escribía en su cuenta de Twitter, "Para el hombre que me tocó el culo en directo en televisión esta mañana. Me violaste, me trataste como un objeto y me avergonzaste. ¡Ninguna mujer debería soportar esto en el trabajo o cualquier lugar! ¡Hagámoslo mejor!". Una publicación que fue apoyada por casi un millón de personas.
Tras la difusión masiva del video se ha conseguido identificar al agresor, que ha sido acusado de un delito de agresión sexual leve y que tras pagar una fianza de 1.300 dólares ha sido puesto en libertad. Se llama Thomas Calloway y tras los hechos acudía a la cadena de televisión en la que trabaja la periodista para pedir disculpas. Decía sentirse “Agradecido por poder compartir mis disculpas con ella, su familia, amigos y compañeros” y admitía que “Fue un acto horrible, un terrible error”. Unas disculpas tras un acto que está muy lejos de ser un caso aislado y que en muchos casos queda impune.
El acoso hacia las reporteras es habitual, especialmente en eventos deportivos. El pasado marzo lo sufrió la periodista Jenny Sushe, se encontraba cubriendo un combate de boxeo. Al finalizar el evento entrevistó al ganador, Kubrat Pulev, tras una pregunta de la reportera y en directo, besaba a la periodista en la boca. Un acto que Sushe condenó y por el que exigió sus disculpas al boxeador.
En Brasil incluso las reporteras tuvieron que crear un movimiento `Déjala trabajar´. Las profesionales de la información del país decidían impulsar esta plataforma ante el acoso constante que sufren en los campos de fútbol de Brasil. En las redes sociales visibilizaron varios casos bajo el hashtag #DeixaElaTrabalhar.
Las periodistas españolas tampoco se han librado de esta lacra. Al igual que en el extranjero, las agresiones se producen especialmente durante eventos deportivos. Fue el caso del Mundial de Rusia, en 2018, donde muchas reporteras denunciaron casos de acoso sexual en el desempeño de su trabajo. Uno de los casos fue el de María Gómez, periodista que cubría el evento para Mediaset. En una de sus intervenciones un hombre se abalanzó sobre ella y le dio un beso. Una situación no deseada que también denuncio mediante sus redes sociales.
El acoso hacia las periodistas cuando realizan su trabajo es una situación que cada vez se denuncia con mayor frecuencia,a pesar de que en muchas ocasiones no tiene visibilidad, al producirse fuera del directo. Sin embargo, es necesario que se denuncie y que desde "la ley se trate con seriedad", algo que la última periodista acosada Alex Bozarjian, dice sentir con su caso.