La victoria del Palmeiras en la Libertadores deriva en una fiesta descontrolada en Sao Paulo

Sin mascarilla, sin distancia y abrazándose, así han celebrado los seguidores del Palmeiras en plena pandemia el triunfo de su equipo en la final de la Copa Libertadores de fútbol. La euforia por la victoria ha hecho olvidarse por completo del coronavirus a los hinchas, que han tomado las calles de la brasileña Sao Paulo y han ignorado todas las medidas de seguridad impuestas por las autoridades locales.

Ni siquiera el cierre de los bares ha impedido que los fans pudiesen seguir el partido gracias a las televisiones que los vecinos han encendido desde sus balcones. La final de la Copa Libertadores se ha celebrado en esta ocasión en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro. Allí se enfrentaron dos equipos del vecino estado de Sao Paulo: el Santos y el Palmeiras, este último con mejor suerte, convirtió un agónico gol en tiempo de descuento. Un gol que ahora puede salirle caro a miles de personas.

El número de contagios en Brasil está descontrolado, las autoridades esperan cien muertos diarios en la ciudad de Manaos porque no hay oxígeno para los pacientes y la falta de responsabilidad en este tipo de eventos añadirá en unos días más presión a los hospitales.

Brasil registró este sábado casi 1.300 muertos por coronavirus, una continuación a la tendencia ascendente tanto de casos como decesos que ha experimentado el país en el último mes y que está motivando medidas restrictivas como el paso de la ciudad de Sao Paulo a "fase roja" de emergencia.

Con los 1.279 fallecimientos registrados en la última jornada, un total de 223.945 brasileños han perdido la vida por esta enfermedad en lo que va de pandemia. Asimismo, se han detectado 58.462 casos nuevos, por lo que el número de contagios contabilizados por el Ministerio de Salud brasileño ha ascendido a 9.176.975. En la actualidad, hay 957.784 casos activos.

Sao Paulo es la región más afectada del país con un total de 1.773.024 infecciones y 52.954 fallecimientos. Ante la situación epidemiológica actual en el que más del 70% de las camas de unidades de cuidados intensivos están ocupadas, el Gobierno del estado ha decretado la fase roja de alarma, según Agencia Brasil.

Esta fase tiene varios niveles y siete regiones están en el más alto, por lo que solo permanecerán abiertos los establecimientos esenciales. En todo el estado además se decretará el cierre de los servicios no esenciales todos los fin de semana a partir de las 20:00 horas locales.

Por su parte, la capital del estado y el Gran Sao Paulo estarán en un nivel inferior y se permitirá la apertura de restaurantes, cines, gimnasios o peluquerías durante ocho horas al día hasta máximo las 20:00 horas y con un 40 por ciento de aforo. Los bares permanecerán cerrados. Las medidas estarán en vigor al menos durante una semana.