A Irina la conocimos en los primeros días de la invasión. Esta joven ucraniana, que estudió en Bilbao, nos fue contando sus duras vivencias desde allí. Al principio no pensó en escapar, pero las bombas caían cada vez más cerca y la tristeza por ver su país destrozado era insufrible.
Eso la empujó a cruzar la frontera y ya está en España. ¡España! ¡Estamos entrando a España por Irún! Es el grito tras 48 horas de viaje. Le acompaña su hermano de 17 años, que ya sabe que mañana toca colegio. Mejor que la guerra, claro. A Irina la acoge Igor, antiguo compañero de la universidad de Deusto. Irina dijo adiós en Kiev a sus padres y abuelos camino de Leópolis, pero en su camino solo vio a un país destrozado. Y el miedo fue ganando terreno como las sirenas. Hasta que Irina se encontró con Juan Luis y José Luis. Y con ellos, tras un largo viaje, puede empezar nueva vida.