Un agente de policía pide auxilio al ser atacado por un delincuente mientras la gente se hace selfies en Reino Unido
Las protestas contra el asesinato de George Floyd están generando animadversión peligrosa contra la policía
El mundo se conmociona ante el racismo, pero no debería caer en extremos absurdos como este
El agente no es ayudado durante 40 segundos en los que pide auxilio
El clima que se vive en todo el mundo por la violencia policial y la muerte de George Floyd en Estados Unidos está provocando cierta animadversión hacia la policía. Hasta tal punto que en una detención en el Reino Unido la gente apoya a un atracador en una violenta escena en vez de apoyar o ayudar al agente, tirado en el suelo.
Un agente acude tras una denuncia de intento de robo y forcejea con el supuesto atracador; terminan en el suelo y, enseguida, es el sospechoso el que consigue reducir al policía que permanece inmovilizado pidiendo auxilio durante 40 segundos. Pero lo más inquietante es la gente que pulula por la escena.
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Varios que se acercan para grabar con el móvil aunque nadie ayuda al agente hasta que llega este hombre con un bate y medio libera al policía; entonces cambian las tornas. Entre tanto más público con entrada para la función, uno da una patada al agente y va y se hace un selfie. Por fin llega otra policía, que se enfrenta como puede con los agresores y golpea pero sin conseguir liberar a su compañero que sigue siendo asfixiado hasta que por fin se detiene la agresión, que la ministra de interior ha descrito como asquerosa, vergonzosa e impactante.
Hasta que llegó el héroe con un bate. Kemran ha hablado con el Daily Mail para contar la intrahistoria que avergüenza a muchos. 'Nadie estaba haciendo nada más que filmarlo en sus teléfonos móviles, así que decidí que tenía que ayudarlo. Hubiera hecho lo mismo por cualquiera que fuera atacado por un grupo más grande. Si hubiera visto a un negro atacado por un grupo de blancos, iría a ayudar al negro", confiesa el joven.
Kemran actuó como un escudo para el oficial mientras trataba de alejar a la pequeña multitud que todavía intentaba darle golpes y patadas. "Les dije que no actuaran según su ira, ya que se meterían en problemas. Les estaba diciendo que cuando llegara otra policía, todo lo que verían sería a uno de sus colegas en el piso después de ser atacados y arrestarían a todos". El presidente de la Federación Metropolitana de Policía, Ken Marsh, elogió la valentía de Kemran.