La embajada de España en Venezuela acumula cuatro meses sin luz, según ha confirmado a este diario el propio embajador español en el país, Jesús Silva.
¿Los motivos? No hay respuesta oficial por parte del gobierno de Nicolás Maduro pero lo cierto es que la sede diplomática en el país caribeño está utilizando en estos momentos una planta eléctrica y no hay atisbo de solución a corto plazo a pesar de la insistencia del personal diplomático para su reparación.
Otras fuentes de la embajada afirman que el problema no estaría afectando solamente a España sino también a otros edificios de la zona. La embajada española está ubicada en el este de Caracas, en una zona de clase media alta y los cortes de luz, tanto en esta ubicación como en el resto de la capital, son constantes debido a la mala situación de mantenimiento en la que se encuentra el sistema eléctrico del país, sobre todo después de los famosos apagones nacionales que tuvieron lugar el año pasado y que duraron varios días en ocasiones, dejando al país completamente a oscuras e incomunicado.
Sobre si los motivos pudieran ser o no de índole política, como forma de presionar al gobierno de Pedro Sánchez para que expulse a Leopoldo López de la residencia del embajador, fuentes de la propia embajada que no pueden ser identificadas confirman a este diario que sí, aunque no hay pruebas fehacientes de ello.
Recordemos que Leopoldo López, líder opositor venezolano y condenado a casi catorce años de prisión por el gobierno de Nicolás Maduro, reapareció junto a Juan Guaidó el pasado 30 de abril en las inmediaciones de la base militar de La Carlota en Caracas, cuando ambos intentaron llevar a cabo un levantamiento cívico militar contra el gobierno venezolano que terminó sin éxito.
Esa misma noche, López pidió refugio a España y desde entonces hace vida como invitado (no ha recibido el asilo político) en la casa del embajador Silva. El matiz es importante porque en la residencia no hay problemas con la luz. Los cortes eléctricos se reportan solamente en las oficinas de la sede diplomática española.
Lo que sí existe de manera evidente (y permanente) desde que López ingresara en el domicilio del embajador español es un cerco de seguridad exacerbado. Día y noche funcionarios del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) custodian las puertas de la dependencia española controlando absolutamente todo (y a todos) lo que entra o sale del recinto.
Mientras tanto, lo que todos se preguntan en Venezuela es cuándo volverá Juan Guaidó al país y si podrá entrar con todas las garantías. El líder opositor salió de manera ilegal a través de la frontera colombiana el pasado 19 de enero (Guaidó tiene prohibida la salida del país desde el 30 de enero de 2019, unos días después de autoproclamarse Presidente Encargado de Venezuela), y desde entonces ha mantenido una gira internacional importante por Colombia y varios países de Europa, Canadá y EEUU, donde asistió como invitado al discurso sobre el Estado de la Unión de Donald Trump.
En EEUU, Guaidó se reunió en Miami con venezolanos residentes en el país y ha recibido el apoyo del gobierno estadounidense. Con el propio Donald Trump mantuvo una reunión de trabajo en la Casa Blanca. Esa foto le da el espaldarazo que necesitaba tras unos meses aciagos en los que había perdido popularidad en sus propias filas y la calle permanecía desmovilizada ante el incumplimiento de sus propósitos.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo volverá Guaidó y hay mucha incertidumbre sobre el tema. Él mismo, preguntado por varios periodistas en la Casa Blanca sobre su vuelta a Venezuela, solo respondió con un escueto “pronto” y no dio más detalles aunque en sus redes sociales, constantemente está haciendo hincapié en la necesidad de volver al país para retomar las manifestaciones en las calles y sacar al gobierno de Nicolás Maduro del poder.
El secretismo es entendible por cuestiones obvias de seguridad. Saber de manera certera si entrará por el aeropuerto internacional de Maiquetía o si lo hará de manera ilegal por algún punto de la frontera colombiana es imposible. La última vez que salió del país, también sin permiso, fue en febrero del año 2019, cuando acudió a Colombia para tratar de ingresar ayuda humanitaria al país. Después de aquel episodio volvió sin ningún tipo de inconveniente a través del aeropuerto aunque se expuso, al igual que ahora, a ser detenido por el gobierno chavista.
Fuentes que no pueden ser identificadas confirman a NIUS que las compañías aéreas que vuelan a Venezuela estarían siendo amenazadas por el gobierno de Nicolás Maduro que, al parecer, pretende sancionar con cuantiosas multas a las compañías que permitan embarcar a Guaidó. Estas mismas fuentes aseguran que en el caso de 2019, el líder opositor ingresó al país a través de la compañía panameña Copa Airlines, y que después de aquello la empresa recibió una dura sanción económica.
Mientras tanto, la vida política continúa en Venezuela. El martes está previsto que haya una nueva sesión en la Asamblea Nacional y varios líderes opositores del entorno de Guaidó aseguran que la vuelta del líder político vendrá junto a una gran movilización para recuperar el Parlamento que, recordemos, permanece dividido desde el pasado 5 de enero, cuando una nueva directiva opositora se hizo con el mando tras una jornada polémica de votación en la que ni Guaidó ni varios diputados de su grupo consiguieron entrar al hemiciclo.