La Comisión Europea ha creado este lunes un sistema de créditos de CO2 del que se beneficiarán los fabricantes de coches que introduzcan nuevas tecnologías limpias que reduzcan las emisiones de los vehículos.
Los créditos ayudarán a la industria a cumplir el objetivo de reducir las emisiones de CO2 de los coches nuevos a 130 gramos por kilómetro en 2015. Las tecnologías limpias innovadoras contarán hasta 7 gramos para este objetivo.
De acuerdo con la norma aprobada este lunes, una tecnología puede calificarse de ecoinnovadora si es nueva en el mercado, contribuye a una reducción importante del CO2 y no se contabiliza de otra forma a la hora de determinar el nivel de emisiones del vehículo.
La tecnología debe mejorar la propulsión del vehículo o el consumo de energía de instrumentos imprescindibles en un coche, sin afectar a la seguridad. Ello significa que los paneles solares que convierten la luz en electricidad podrían considerarse una ecoinnovación, pero no un equipo de música que ahorre energía.
La Comisión examinará todas las peticiones que le presenten los fabricantes de coches y de piezas y adoptará decisiones aprobando ecoinnovaciones genéricas. La reducción real de CO2 para cada coche específico se certificará como parte del proceso de aprobación del vehículo.