Rusia ha retirado definitivamente sus tropas de la región de Kiev y concentra ahora sus esfuerzos en el este. Concretamente, en el Donbás y en el terreno que queda por conquistar para unir la región separatista con Crimea, con Mariúpol en el epicentro de la nueva estrategia del Kremlin.
Tras semanas bajo controlo ruso, las tropas ucranianas han entrado este fin de semana en los suburbios de la capital. Es el caso de Bucha, localidad del óblast de Kiev.
Al entrar en la ciudad, las tropas ucranianas han descubierto un reguero de muerte y destrucción que, según ellos, demuestra que Rusia está cometiendo crímenes de guerra en Ucrania.
Escenas de cadáveres de civiles abandonados en las cunetas de las principales arterias de Bucha en lo que las autoridades ucranianas califican ya de "nueva Srebrenica". Los testigos locales aseguran que fueron ejecutados. Algunos cuerpos seguían con las manos atadas a la espalda.
"Los cuerpos de personas con las manos atadas, que han sido asesinadas a tiros por soldados rusos, yacían en las calles. Estas personas no estaban en el Ejército. No tenían armas. No representaban ninguna amenaza. ¿Cuántos casos más están ocurriendo ahora mismo en los territorios ocupados?", ha expresado uno de los asesores de la Presidencia de Ucrania, Mykhailo Podolyaken su cuenta de Twitter.
Podolyak ha compartido una imagen donde se muestran varios cuerpos en el suelo, uno de ellos con las manos visiblemente atadas a la espalda.
El alcalde de la localidad afirma que unas 300 personas han sido enterradas "en fosas comunes".
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, también ha calificado este domingo de "genocidio" lo ocurrido en Bucha.
Los testimonios de los periodistas y las agencias de noticias internacionales corroboran los relatos de los testigos. Al entrar en la ciudad, la agencia Reuters se topa con Vasily, un vecino de Bucha de 66 años.
A unos pocos metros, un cadáver junto a su bicicleta. Es el cuerpo del padrino de su hijo y uno de sus mejores amigos. "¡Malnacidos!", llora Vasily. "Estuvimos refugiados en el sótano sin luz ni calefacción dos semanas. Teníamos que calentar agua con las velas para combatir el frío".
Junto a los cadáveres, restos de blindados rusos que evidencian las dificultades que ha tenido el Kremlin en su avance a la capital en lo que a priori debería haber sido un paseo militar hasta Kiev.
Restos de blindados, y de soldados rusos. Entre los cadáveres abandonados en Bucha este militar ucraniano asegura que hay cuerpos de tropas enemigas.
Los residentes cuentan que los soldados rusos no permitían que los familiares retirasen los cuerpos de las calles. De hecho, las tropas ucranianas están teniendo mucha precaución a la hora de levantar los cadáveres. El propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusaba a Rusia de colocar minas y bombas trampa entre los cuerpos de las víctimas de la invasión.
"Están minándolo todo. Están colocando minas en casas, en equipo, incluso en cadáveres de gente muerta", ha afirmado Zelenski en un nuevo discurso difundido en redes sociales en el que ha advertido de bombardeos rusos sobre las zonas de las que se retiren.
Por ello ha emplazado a la población a esperar a que se compruebe que las zonas de las que se han retirado los militares rusos son seguras. "Aún no se puede retomar una vida normal, como era antes, tampoco en los territorios que estamos recuperando tras los combates", ha indicado.
"Tenemos que esperar hasta que se haya desminado nuestra tierra, esperar a que podamos garantizaros que no habrá más bombardeos", ha explicado.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha acusado este domingo a las fuerzas rusas de orquestar una "masacre" en Bucha y ha pedido al G7 que emita una serie de "nuevas sanciones devastadoras" contra Moscú, con carácter inmediato.
"La masacre de Bucha ha sido deliberada. El objetivo de los rusos es el de eliminar a todos los ucranianos que puedan. Tenemos que detenerles y echarles a patadas", ha declarado a través de su cuenta de Twitter.
"Demando nuevas y devastadoras sanciones del G7 ahora", ha añadido el ministro, antes de proponer un embargo sobre el petróleo, el gas y el carbón rusos, el cierre de puertos a todos los barcos y bienes de Rusia, y la desconexión de todos los barcos rusos del mecanismo de intercambio financiero SWIFT.
La Unión Europea prometía este domingo nuevas sanciones tras acusar a Rusia de cometer "atrocidades" en Bucha.
"Consternado por las espantosas imágenes de las atrocidades cometidas por el Ejército ruso en la región liberada de Kiev", ha hecho saber el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel en un mensaje en Twitter, acompañado de la etiqueta "Masacre en Bucha".
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha asegurado este domingo que ha documentado varios casos en los que demuestra que las fuerzas militares rusas han cometido crímenes de guerra en las áreas ocupadas de las regiones de Jarkóv, Chernígov y Kiev.
Entre esos casos, se incluyen un caso de violación repetida; dos casos de ejecución sumaria, uno de seis hombres, el otro de un hombre; y otros casos de violencia ilícita y amenazas contra civiles entre el 27 de febrero y el 14 de marzo de 2022. Los soldados también estarían implicados en el saqueo de bienes civiles, incluidos alimentos, ropa y leña.
En Bucha concretamente, la ONG tiene constancia de que al menos cinco hombres fueron secuestrados y maniatados por tropas rusas y que al menos uno de ellos fue ejecutado sumariamente.