El presidente de Estados Unidos intenta desmarcarse de la ofensiva de Turquía contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria. En un breve comunicado, Donald Trump asegura que "Estados Unidos no apoya este ataque" y ha dejado claro a Turquía que su operación es "una mala idea". Trump pide también a Turquía que cumpla con sus compromisos y apunta a su responsabilidad a la hora de asegurarse de que el autodenominado Estado Islámico no se fortalezca a partir de ahora.
El presidente estadounidense subraya además que no hay tropas estadounidenses en la zona, tras su reciente orden de retirada del norte de Siria, que dejó la vía libre a una operación de Turquía.
Trump recuerda que esta ha sido su postura desde que se lanzó a la arena política. "Dejé claro que no quiero luchar en estas interminables guerras sin sentido, especialmente aquellas que no benefician a Estados Unidos". El comunicado no menciona a los kurdos.
Trump responde así a las duras críticas que está recibiendo en Washington su decisión, que supone un cambio radical en la política estadounidense en la región. También por los republicanos, que condenan la ofensiva de Turquía y el pasó atrás del presidente estadounidense en perjuicio de sus aliados.
"El avance de los militares turcos en Siria amenaza con frenar el momentum contra ISIS y ataca directamente a nuestros aliados de SDF", aseguró el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, en referencia a las Fuerzas Democráticas Sirias, coalición liderada por las milicias kurdas y aliado importante de Estados Unidos durante años en la lucha contra los yihadistas del autodenominado Estado Islámico.
Aliados cercanos del presidente como el senador Lindsey Graham le acusan de cometer un grave error y le piden que de marcha atrás. "Todavía hay tiempo de volver al concepto de zona segura que estaba funcionando", aseguró el senador en las redes sociales, advirtiendo que liderará los esfuerzos del Congreso para que el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, pague un "gran precio".
Hay quienes son más duros, como la congresista republicana Liz Cheney, que asegura que "es imposible entender por qué el presidente Trump está dejando que aliados de Estados Unidos sean masacrados y permitiendo el regreso de ISIS".
El presidente Trump apuntó la semana pasada a la retirada total de las tropas de Siria. El Pentágono matizó después que no ha habido cambios en la presencia de las fuerzas estadounidenses, pero sí una redistribución. "Desafortunadamente, Turquía ha elegido actuar unilateralmente. Como resultado de ello, hemos apartado a las fuerzas estadounidenses del norte de Siria de la trayectoria de una potencial incursión turca para asegurar su seguridad".
Donald Trump ha invitado al presidente de Turquía a la Casa Blanca el próximo mes de noviembre.