El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha roto su silencio en Twitter con un mensaje en mayúsculas en el que vuelve a atribuir al fraude en el voto por correo la ventaja de su rival, Joe Biden, en las elecciones presidenciales. Las proyecciones apuntan ya a una ventaja irreversible de Biden.
"No se ha permitido a los observadores entrar en las salas de recuento. He ganado las elecciones. He tenido 71.000.000 de votos legales. Han ocurrido cosas malas que no han permitido ver a nuestros observadores. Nunca había pasado una cosa así. ¡Se han enviado millones de votos por correo de gente que jamás los solicitó!", ha afirmado en su cuenta oficial y personal en Twitter.
En un mensaje posterior ha destacado que esos "71.000.000 de votos legales" es "la mayor cifra de votos jamás conseguida por un presidente en el cargo".
La publicación de la noticia de que Biden tiene suficientes votos electorales para lograr la Presidencia en torno a las 11.30 horas de la costa este (17.30, hora peninsular española) ha sorprendido a Trump jugando al golf en el club privado de golf que tiene a las afueras de Washington DC.
Trump llegó al Club Nacional de Golf de Sterling aproximadamente una hora antes de la noticia y se encuentra ya de regreso en la Casa Blanca, donde podría comparecer en las próximas horas.
Poco después de la publicación de las proyecciones que daban a Biden como ganador la campaña de Trump publicó un comunicado en el que afirma que "son los votos legales los que deciden al presidente, no los medios de comunicación", y anuncia para el próximo lunes el inicio de una ofensiva legal para garantizar "que el verdadero ganador se hace con el cargo".
"El pueblo americano tiene derecho a unas elecciones honestas: eso significa contabilizar los votos legales y no contar los votos ilegales. Es la única forma de que la gente deposite su total confianza en las elecciones", según el presidente.
"Nos parece increíble que la campaña de Biden se niegue a admitir este principio básico y quiera que se cuenten papeletas aunque sean fradulentas o falsificadas", según la nota.
Trump ha vuelto a asegurar que parte de la votación en algunos estados se ha desarrollado sin presencia de observadores del Partido Republicano en estados como Pensilvania -- una observación rechazada por las autoridades de este estado --. "No descansaré hasta que el pueblo americano tenga el recuento que se merece y se merezca lo que exije la democracia", concluye la nota.
Poco después de la publicación del comunicado, parte del equipo legal de Trump ha dado una rueda de prensa desde Pensilvania en la que han reiterado estas acusaciones.
Uno de los presentes, el exalcalde de Nueva York y asesor de Trump Rudy Giuliani ha asegurado que cuenta con entre "50 y 60 observadores capacitados para testificar que se les negó el derecho a supervisar las papeletas por correo", los votos que Trump tanto ha criticado por su presunta falta de fiabilidad durante la campaña.
Otro asesor de Trump, Corey Lewandowski, ha denunciado la existencia de papeletas depositadas en nombre de personas ya fallecidas en el estado de Pensilvania, una acusación parecida a la que efectuaron simpatizantes de Trump en el estado de Michigan, cuyas autoridades aseguraron que habían eliminado las papeletas sospechosas tras un cuidadoso escrutinio.
Expertos de la web Politifact achacan también esta discrepancia al hecho de que el votante afectado podría compartir nombre y apellidos con la persona fallecida, al tratarse de un pariente.
De forma más institucional, el presidente del Comité Judicial del Senado, el republicano Lindsey Graham, ha anunciado que investigará "todas las acusaciones creíbles de irregularidades y mala praxis electoral" en respuesta a la recepción de declaración jurada de un trabajador postal de Pensilvania sobre un plan para antedatar votos por correo.
"Es imperativo que todas las acusaciones creíbles de irregularidades de voto sean investigadas para garantizar la integridad de las elecciones de 2020", ha remachado Graham en un comunicado.
Graham ha explicado que la declaración jurada procede de la campaña de Donald Trump, pero está a nombre del trabajador postal Richard Hopkins, de Erie, Pensilvania.
Hopkins asegura en el documento que el director de la oficina postal de Erie, Robert Weisenbach, les dijo a sus subordinados que estaba "antedatando el sello de los votos para que pareciera que fueron recogidos antes del 3 de noviembre de 2020 a pesar de que eran del 4 de noviembre y fechas posteriores".
El pasado lunes el Tribunal Supremo dictaminó que se podían contabilizar los votos recibido a lo largo de la presente semana en Pensilvania siempre y cuando la fecha del sello de correos fuera del 3 de noviembre como muy tarde.
"Como presidente del Comité Judicial del Senado (...) no voy a permitir que haya acusaciones creíbles de irregularidades en el voto que sean barridas bajo la alfombra", ha subrayado, y por eso pedirá al Departamento de Justicia que investigue. "También estaré en contacto con el Cartero General y le pediré que estudie estas acusaciones y las que puedan surgir", ha explicado.
"Dado el gran volumen de voto por correo, es necesaria una supervisión. El resultado de las elecciones no lo deciden los medios de comunicación, sino los recuentos certificados y precisos del voto", ha añadido, con lo que se posiciona junto a Trump, que cuestiona la victoria de Biden e insiste en que no hay presidente electo hasta que termine el recuento.