El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su guerra contra las redes sociales. Sobre todo contra Twitter. Y ha firmado una orden ejecutiva para revisar las prácticas y las protecciones legales de los gigantes tecnológicos, recogidas en la sección 230 de la ley de Decencia de las Comunicaciones. Sin esta inmunidad en lo referente a los contenidos creados por los usuarios, se podría desencadenar una lluvia de demandas.
Trump asegura que Twitter, Facebook y Google, entre otros, no son “plataformas neutrales”, sino que toman “decisiones editoriales” para “interferir en las elecciones de 2020”. El presidente estadounidense y muchas voces de su entorno acusan a las redes sociales de silenciar voces conservadoras y hacer activismo politico.
“Tienen un poder ilimitado para censurar, restringir, editar, dar forma, ocultar y alterar casi cualquier comunicación entre ciudadanos”, dijo Trump al firmar este decreto, que tiene un futuro incierto. Los expertos citan la Primera Enmienda de la Constitución, que defiende la libertad de expresión, y advierten que depende del Congreso, no del poder ejecutivo, revisar la ley de 1996.
Para la presidenta presidenta del Congreso, Nancy Pelosi, esta nueva batalla del presidente es una maniobra de distracción del impacto del coronavirus. “Más de 100.000 personas han muerto. Esta administración ha fracasado en su gestión de los tests, tratamiento y aislamiento de la gente”, aseguró la líder demócrata. “La gente está muriendo. Y de lo que se habla es de esto. Es una victoria para él.” Pelosi también cargo contra las redes sociales, que “solo piensan en ganar dinero”, dijo. Y acusó a ambas partes de explotar la verdad.
Hay legisladores demócratas y republicanos que están a favor de revisar la polémica sección 230, por razones diferentes. Pero no está entre las prioridades de la agenda legislativa de Washington en este momento. Sí ha pasado a ser un asunto central en la Casa Blanca en las últimas horas.
Esta nueva ofensiva contra Twitter llega después de que la red social decidiera colocar por primera vez una advertencia debajo de un tuit de Trump, calificándolo de “información potencialmente engañosa”. El presidente de Estados Unidos aseguró el pasado martes que el voto por correo resultará en fraude electoral, en referencia a los estados que están dando pasos para enviar papeletas a todos los votantes registrados antes de las elecciones de noviembre y agilizar el proceso durante la pandemia. Twitter etiquetó el mensaje con un enlace que aseguraba que esta es una afirmación sin fundamento y que las evidencias apuntan a todo lo contrario.
Trump ha lanzado reiteradas acusaciones de fraude electoral contra diversos estados, como California, desde que ganó las elecciones en 2016. Nombró después una polémica comisión investigadora, que no encontró pruebas que sustentaran las acusaciones y puso fin a su trabajo en 2018.
Este viernes, Twitter añadió de nuevo una advertencia a otro tuit del presidente estadounidense, en esta ocasión por “glorificar la violencia” y vulnerar las reglas de la red social. Poco antes Trump había lanzado un mensaje en referencia a las protestas en Minneapolis, donde se han vivido varias noches de disturbios y saqueos, tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía. El video en el que Floyd suplica que no puede respirar, mientras un oficial clava su rodilla en el cuello del detenido, que fallecía poco después, ha desatado una marea de indignación, dolor y protestas en diferentes puntos del país.
“Esos matones están deshonrando la memoria de George Floyd”, escribió el mandatario en Twitter. “Cuando comienza el saqueo, comienzan los disparos”, añadió.
El contexto histórico de esta última frase se remonta a 1967, cuando el jefe superior de la Policía de Miami la usó en una rueda de prensa para referirse a la mano dura contra el crimen y la amenaza de violencia policial para evitar disturbios en la ciudad, generando una oleada de indignación entre la comunidad negra. Las palabras del presidente han estallado en una nueva polémica en plenas tensiones raciales.
El amor de Trump por Twitter se ha transformado en una intensa batalla en tiempos de pandemia. El mandatario dice que cerraría su cuenta hoy mismo, pero que no lo hará debido a “la falsedad de las noticias” y lo que considera es un tratamiento injusto por parte de la prensa.
Su cuenta, con más de 80 millones de seguidores y más de 52.000 tuits, ha sido una herramienta de comunicación política esencial para el presidente desde 2016. También una de las más polémicas. Asegura que es su manera de comunicarse directamente con los votantes, especialmente estos últimos meses en los que los actos de campaña se han suspendido.
Trump ha estado muy activo en las redes sociales, con un despliegue diario de anuncios presidenciales, ataques a rivales, celebración de logros, mensajes de condolencias, retuits de memes violentos y teorías de la conspiración desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la madrugada de los primeros meses de este 2020, año electoral en Estados Unidos.