Según el Tribunal Supremo, el decreto migratorio entrará en vigor en 72 horas en todos sus términos, salvo para aquellas personas que demuestren a su entrada en Estados Unidos "buena fe" y vínculos con personas o instituciones estadounidenses (empresas). Durante seis meses el decreto será efectivo, hasta que en otoño, presumiblemente en el mes de octubre, la Corte Suprema vea el caso.
Con esta decisión, el Tribunal Supremo de Estados Unidos entiende de forma parcial, que el presidente de Estados Unidos puede dar luz verde al veto de entrada de ciudadanos de otros países si considera que hay un "riesgo cierto para la Seguridad Nacional".
Según los medios de comunicación estadounidenses, tres de los jueces del Supremo habrían votado a favor de no hacer ninguna modificación hasta que la cuestión sea vista en otoño, y uno de ellos habría votado en contra.
La decisión adoptada por el Supremo es de maxima importancia, no sólo porque afecta a ciudadanos de hasta seis países musulmanes y a todos aquellos refugiados políticos -principalmente de Siria-, sino porque supone un espaldarazo al poder de decreto de un presidente de Estados Unidos en materia legislativa migratoria, sin haber consultado con el Congreso.
El Decreto Migratorio de Trump ha sido paralizado en cuatro ocasiones por sendos tribunales federales al considerarse que atacaba los principios constitucionales y fundacionales de Estados Unidos, como son la libertad religiosa y la aceptación de todos los ciudadanos independientemente de su lugar de origen.
La Administración Trump desde el primer día había defendido que la única manera de proteger a Estados Unidos de ataques terroristas es sabiendo "quién entra por sus fronteras", por lo que instrumentalizó una normativa para examinar los expedientes de todos y cada uno de los viajes a Estados Unidos provenientes de esos seis países.
Los ciudadanos de Siria, Yemen, Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudan y el resto de ciudadanos que pidan asilo politico tendrán a partir de ahora que comenzar un largo peregrinaje de papeleo y entrevistas con agentes de inmigración hasta conseguir la autorización para entrega en Estados Unidos.