El hombre y su familia se encuentran escondidos por temor a que los talibanes los maten
El hombre y su familia se encuentran escondidos por temor a que los talibanes los maten
Joe Biden era senador cuando el helicóptero en el que viajaba tuvo que aterrizar de emergencia en una zona hostil
“Hola, señor presidente, sálveme a mí y a mi familia”, le pidió Mohammed, a través del periódico estadounidense The Wall Street Journal a Joe Biden, al que contó haberlo salvado hace 13 años, cuando era senador. El intérprete afgano, que no ha podido abandonar el país, ha pedido al presidente de EEUU que le devuelva el favor y lo saque a él y a su familia ante el riesgo de que los talibanes los maten.
Este hombre, su mujer y sus cuatro hijos permanecen escondidos en Afganistán, donde los talibanes se han hecho con el Gobierno imponiendo sus métodos desde mediados de agosto. El traductor trató de abandonar el país sin éxito durante un año.
En los últimos días su solicitud de un visado especial para inmigrantes afganos, para los intérpretes y otros colaboradores de EE.UU., quedó en suspenso después de que la empresa para que el que trabajaba extraviara sus documentos. Trató de abordar algún avión militar en el aeropuerto de Kabul, como miles de afganos, para salir de ahí, pero las fuerzas estadounidenses solo se lo permitían a él y no a su familia.
Cómo Mohammed salvó a Joe Biden
En 2008 este hombre que ahora pide ayuda al presidente de EEUU, ayudó a rescatar a Joe Biden y a los senadores John Kerry y Chuck Hagel, que viajaban en helicópteros Black Hawk de las Fuerzas Armadas estadounidense y que tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en un valle, a causa de una tormenta de nieve, a 30 kilómetros de la base Bagram.
La tripulación de Mohammed viajó por horas en un vehículo militar Humvee junto a integrantes de la Fuerza de Reacción Rápida de la 82 División Aerotransportada para rescatarlos, dijo un sargento que estuvo en la misión en aquel año al diario Brian Genthe.
Después del rescate y traslado, Mohammed se quedó con los soldados estadounidenses por 30 horas en medio del clima extremadamente frío para protegerlos y evitar que fueran atacados o acosados.