Los trabajadores de la Ópera de París actúan contra la reforma de las pensiones
Los trabajadores de la ópera están muy implicados en la lucha contra las pensiones porque les retira su régimen especial
Hasta ahora se han suspendido 67 espectáculos: las pérdidas se estiman en 14 millones de euros
Verdi contra Macron. El Coro del Yunque contra la Reforma de las Pensiones. Los trabajadores de la Ópera de Paris y de la Comedia Francesa han organizado hoy una particular –y bellísima- protesta: un espectáculo abierto y gratuito de varios pasajes célebres de ópera en el centro de París. El objetivo, sensibilizar a la población de las consecuencias de las pensiones del Gobierno francés.
Así que 200 músicos perfectamente ordenados en la entrada del edificio han interpretado Carmen, Il Trovatore y, de postre, la Marsellesa. Y si la ópera y las consignas han arrancado aplausos, el himno francés ha sido la apoteosis. Entre uno y otro pasaje, las intervenciones de los representantes sindicales para explicar su postura frente la reforma.
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¿Privilegiados o protegidos?
Los músicos de la Ópera de París están muy implicados en la lucha contra la reforma de las pensiones. Presentes en casi todas las manifestaciones, han organizado de forma paralela espectáculos para alertar del significado de la controvertida ley. El 24 de diciembre el cuerpo de ballet actuó en la puerta del Palais Garnier y el 31 ofrecieron un concierto en la plaza de la Bastilla.
Sus trabajadores se benefician de un régimen especial de pensiones que les permite retirarse a los 42 años, 20 antes que al resto de trabajadores, que quieren mantener. Los bailarines profesionales tienen una carrera muy corta: la exigencia física de su profesión hace a partir de los 40 sean muy pocos lo que pueden seguir bailando.
Así que la Ópera de París –que esta temporada celebra sus 350 años- está cerrada desde el pasado 5 de diciembre. Es la huelga más larga de su historia: hasta ahora se han suspendido 67 espectáculos. Las pérdidas se estiman en 14 millones de euros.
Mes y medio de lucha
La lucha contra la reforma de las pensiones mantiene alterada la vida de Francia. El pasado 5 diciembre fue la primera gran jornada de movilización: en torno a un millón de personas salió a la calle para pedir al Gobierno que diera marcha atrás. Desde entonces la protesta ha bajado de intensidad pero en absoluto ha cesado. Las encuestas dicen que más de la mitad de los franceses están a favor de que se retire la reforma.
La semana pasada el Gobierno hizo un gesto al retirar temporalmente la edad fija de jubilación. Edouard Philippe apeló a la responsabilidad de los sindicatos y les pidió que pusieran fin a las protestas masivas y se sentasen a negociar.
La tensión sigue presente. Ayer, el Presidente Macron tuvo que ser evacuado de un teatro con un refuerzo especial de seguridad después de que un grupo de manifestantes intentase entrar en el local, donde él asistía a un espectáculo junto con sus esposa Brigitte. No hubo heridos, pero su salida del Teatro entre abucheos da idea de la tensión con la que la sociedad francesa vive, mes y medio después, la situación.