El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha advertido de que ningún acuerdo de paz debe contemplar la posibilidad de que el líder de Libia, Muamar Gadafi, siga viviendo en su país después de abandonar el poder, ya que existe una orden internacional de arresto contra él y el gobierno que surja de las negociaciones debe cumplir esa obligación.
En declaraciones al diario londinense 'The Guardian', Florence Olara, la portavoz del fiscal jefe del TPI, Luis Moreno Ocampo, recordó que la decisión de remitir a Gadafi al TPI fue tomada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en su resolución 1970 y que existe una orden internacional de arresto emitida por el propio Tribunal de La Haya.
"Cualquier negociación o acuerdo debe respetar tanto la 1970 como la decisión del TPI", aseveró, en respuesta a las propuestas de los Gobiernos de Francia y Reino Unido --dos países firmantes del Estatuto de Roma-- en favor de que Gadafi pueda seguir residiendo su país. "Debe ser detenido", añadió.