Aún no ha comenzado oficialmente el invierno y ya llega la primera tormenta del año en Estados Unidos. Y no cualquier tempestad, el Servicio Meteorológico Nacional se refiere a ella como "histórica y sin precedentes". Desde California hasta Michigan, más de 20 millones de personas están bajo avisos, alertas o advertencias por clima invernal.
La tormenta se ha convertido en una bomba ciclónica y se moverá lentamente a través de la costa oeste hasta finales de esta semana con nieve, lluvia y vientos. Llega con la fuerza de un huracán de categoría 1, acumulando ráfagas de viento de hasta 119 kilómetros por hora. Sus efectos se sentirán en 14 estados y promete afectar a más de 150 millones de personas.
Estas condiciones meteorológicas dificultarán, y mucho, el desplazamiento de los más de 55 millones de estadounidenses que tienen previsto viajar durante el puente de Thanksgiving, Acción de Gracias.
Las fuertes nevadas y vientos han obligado a cerrar dos carreteras interestatales en California, y parece que esto es solo el principio. Las autoridades están pidiendo a la población que evite iniciar cualquier viaje, todo un desafío a menos de 24 horas de las celebraciones de Thanksgiving.
Los meteorólogos advierten que las peores precipitaciones llegarán al condado de Los Ángeles en la mañana del miércoles. No se descartan inundaciones repentinas. "Probablemente habrá una fuerte lluvia, por lo que la gente debería estar preparada para eso", ha explicado Kristen Stewart, miembro del Servicio Meteorológico Nacional en Oxnard.
En el sur de California, más de 10 millones de personas se encuentran bajo vigilancia por inundaciones repentinas desde San Diego a Anaheim.
Según la página Flight Aware que controla el espacio aéreo, más de 1.164 vuelos comerciales han sido retrasados en todo el país, y se han registrado alrededor de 4.334 cancelaciones. En el aeropuerto de Denver, donde ya se han recogido 18 cm de nieve, las 475 cancelaciones han afectado a 1.100 pasajeros. La tormenta parece que ya abandona Denver, pero se espera que ahora afecte a los Grandes Lagos. Otros aeropuertos clave como Minneapolis, Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Portland también podrían sufrir retrasos y cancelaciones.
En Oklahoma la situación es aún peor, los fuertes vientos están contribuyendo a avivar los incendios forestales y en estos momentos 26 fuegos siguen activos. Los habitantes de dos condados del aérea han sido evacuados ante la amenaza del fuego.
El ciclón bomba también traerá fuertes nevadas, viento y tormentas severas desde la frontera de Estados Unidos y México hasta Canadá. En Chicago las autoridades han lanzado una alerta a sus ciudadanos, vientos de más de 95 kilómetros por hora podrían derribar postes eléctricos y causar varias cancelaciones en el sistema aéreo.
En Nueva York, donde se preparan ya para el famoso desfile de la cadena de almacenes Macy´s miran al cielo preocupados por la celebración. Si la situación no mejora, mañana los enormes globos inflables no desfilarán por la Gran Manzana. Hay un buen motivo, y es que en 1997 uno de estos globos se escapó por los fuerte vientos e hirió a cuatro personas. Por eso ahora la regulación es clara: si los vientos superan los 37 km por hora y las ráfagas los 54 kilómetros por ahora, no hay desfile.