Los testimonios de los supervivientes del 11S, reviviendo el horror sufrido, nos siguen sobrecogiendo. Relatos que nos acercan más si cabe a la inmensa tragedia. Entre los miles de supervivientes aquel fatídico día estaba él, Tom Canavan.
Con la cabeza ensagrentada y cubierto de polvo, la imagen de Tom Canavan daba la vuelta al mundo, tras escapar de entre los escombros que le habían sepultado en el piso 47 de la primera torre atacada. Veinte años después, lo cuenta él mismo desde el nuevo World Trade Center.
"Sentí el golpe y luego me estrellé contra el suelo como un insecto. Todo se oscureció. Lo último que recuerdo haber escuchado fue un goteo de arena. Sentí su sabor entre los dientes, olía el humo y dije: 'está bien, estoy vivo'", recuerda Tom Canavan.
"Me miraron como si estuviesen viendo a un fantasma. Me dijeron, '¿dónde estabas?'. 'Estaba abajo', contesté", añade Tom Canavan sobre aquel 11 de septiembre de 2001. Fuera de las torres estaba Shannon Stapleton, fotógrafo y autor de la imagen del primer fallecido oficial de los atentados, el capellán del departamento de bomberos.
La vida profesional de Stapleton, de conflicto en conflicto desde entonces, no se detuvo hasta hace tres años, cuando se derrumbaba mentalmente con el 11S como punto de partida. Supervivientes que recuerdan cada instante, dos décadas después.