Un hombre armado, vestido de policía y con un coche 'tuneado' como si fuera una patrulla mató a tiros a al menos 17 personas en el poblado rural de Portapique, en Canadá. Uno de los "actos de violencia más insensatos en la historia de nuestra provincia", según lo definió la máxima autoridad de Nueva Escocia, Stephen McNeil.
El domingo por la noche, el tirador, que fue identificado como Gabriel Wortman, protagonizó el peor tiroteo masivos en la historia de Canadá, después de otra masacre ocurrida en Montreal en 1989 cuando fueron asesinadas 15 mujeres en un tiroteo, según ha publicado el periódico canadiense The Star.
Entre los 17 muertos se encuentra Heidi Stevenson, de 23 años y miembro de la Policía montada canadiense, aunque el Jefe del cuerpo armado, el comandante Lee Bergerman, informó en rueda de prensa que la investigación está abierta y no descartan más fallecidos, porque " aún no hemos explorado en toda la provincia".
El primer ministro de Nueva Escocia, Stephen McNeil, se refirió al tiroteo el domingo antes de sus actualizaciones diarias de COVID-19, calificando el incidente como uno de los "actos de violencia más insensatos en la historia de nuestra provincia".
Después de matar a más de la docena de personas en Portapique, el hombre huyó en el coche tuneado como una patrulla, aunque después cambió de vehículo y siguió su huida hasta que fue fue localizado por la Policía a 100 kilómetros en una gasolinera. Allí fue abatido por la Policía.