Los primeros funerales han coincidido con la reapertura de las aulas en las escuelas de Estados Unidos, salvo en Newtown, donde continúa el luto. Muchos niños han regresado aún conmovidos por lo sucedido el viernes y con temor a que pueda haber una nueva masacre como la perpetrada por Adam Lanza, un joven de 20 años que irrumpió en el centro educativo con varias armas que había cogido en su casa.
Las primeras familias que han celebrado los funerales por su allegados han sido los parientes de Noah Pozner, la víctima más joven de Lanza, con seis años cumplidos en noviembre y Jack Pinto, unos meses mayor. El rabino de la familia de Pozner ha explicado que ha intentado animar a la madre pidiéndole que se centre en los otros cuatro hijos que tiene.
Jack Pinto era un amante de los deportes. Tras su fallecimiento en la tragedia de Newport, el jugador del equipo de fútbol americano New York Giants Victor Cruz decidió jugar el partido del domingo con el nombre del niño escrito en sus botas y en su guantes.
Los 20 niños que murieron tiroteados el viernes en la escuela de primaria Sandy Hook tenían entre seis y siete años de edad. En el tiroteo murieron también la directora del centro educativo, la psicóloga y cuatro profesores, además de la madre de Adam Lanza, asesinada por su hijo antes de irrumpir armado en la escuela.
Tras la tragedia de Newtown, algunos colegios han decidido contratar a más agentes de seguridad. Otros centros han decidido comenzar la jornada con un minuto de silencio en recuerdo de los compañeros de la escuela Sandy Hook.
En Newtown las escuelas no abren el lunes. Las autoridades locales han explicado que los profesores necesitan tiempo para preparar el regreso de los alumnos a las aulas. En lugar de las clases, los grupos deportivos juveniles de la localidad han preparado un día de actividades para mantener a los chicos ocupados, con atletismo, juegos de mesa y manualidades.
La comunidad local también tendrá que tomar una decisión sobre la suerte del edificio de la escuela Sandy Hook, cuyos estudiantes irán a clase de momento en una escuela vacía de un pueblo cercano. "Creo que tenemos que volver a ese edificio en algún momento. Así es como se supera. No tiene que ser inmediatamente pero yo, desde luego, no quiero abandonarlo", ha afirmado Tim Northrop, un vecino de Newtown.