Tiroteo en Chicago: Una niña de siete años, herida grave por una bala perdida que entró por su ventana
La pequeña recibió un disparo en el abdomen cuando celebraba la Navidad en su casa
Los vándalos se tiroteaban en una calle de Chicago y la niña de siete años celebraba la Navidad con su familia en su casa cuando recibió el impacto de una bala perdida que entró en la habitación. La pequeña se encuentra en estado crítico por el disparo en el abdomen, según ha informado la Policía de la ciudad estadounidense.
Las autoridades de Chicago han informado del disparo procedente del exterior, durante un tiroteo que hirió a un hombre de 38 años. Una de las balas atravesó la ventana de la vivienda y alcanzó a la pequeña en el abdomen.
Momentos antes de que comenzara el intercambio de disparos, la niña estaba jugando con sus dos primos más jóvenes en un sofá en el salón, mientras sus tíos se sentaban alrededor de la mesa del comedor, según contaron los familiares de la pequeña al periódico estadounidense 'Chicago Tribune'.
El hombre que recibió un disparo durante el tiroteo fue trasladado a otro hospital diferente y de acuerdo con la Policía su estado se ha estabilizado y pronto será trasladado a otro centro médico. La Policía no ha sido detenido a nadie por el tiroteo.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, ha mostrado su solidaridad con la familia de la niña y ha pedido a los vecinos su colaboración para dar con los responsables del tiroteo. Lightfoot ha subrayado que a medida que se acercan este tipo de fiestas, las autoridades de la ciudad renuevan su "compromiso de proteger" a los más pequeños, y ha querido tranquilizar a los padres asegurando que la Policía "hará todo lo posible para llevar al responsable ante la Justicia".
"Como ciudad, tiene nuestro amor y apoyo", ha expresado la alcaldesa a través de su cuenta oficial de la red social Twitter.
Este tiroteo ha sido el único que ocurrió en la zona la noche de Navidad, según han informado los medios locales. Es la segunda vez en los últimos meses que un menor resulta herido en Chicago por una bala perdida durante las vacaciones, después de que otro niño, de siete años resultara herido mientras celebraba Halloween.