Theresa May, con la voz quebrada y al borde de las lágrimas, ha anunciado hoy lo que era un secreto a voces. Deja el cargo el 7 de junio, por lo que será ella quien reciba a Donald Trump en su visita el Reino Unido. "La seguridad y la libertad ha guiado mi carrera, ha sido un privilegio servir a nuestra sociedad", ha señalado May que abandona Downing Street después de su rotundo fracaso para sacar adelante el Brexit y ante los malos resultados de su partido en las elecciones europeas, según los sondeos. Será sustituida por lo que no habrá nuevas elecciones, pero los tories renuevan otra vez su liderazgo después del adiós de Cameron, víctima también del Brexit.
"Lo he dado todo·, ha declarado May que ha reconocido su gran pesar: "Es y siempre seguirá siendo un motivo de gran pesar para mí no haber podido entregar Brexit". Observada por su esposo Philip, May casi no pudo continuar ya que fue superada por las lágrimas mientras expresaba su orgullo por haber servido al país.
Para animar a los británicos, May ha dejado claro que aunque el país pueda estar ahora bajo una gran presión "hay mucho de bueno en este país, mucho de lo que estar orgulloso y ser optimista ". May ha recordado que para ella ha sido un honor ser la "segunda primera ministra de la historia, pero "espera que no sea la última".
El dramático movimiento de May, acosada desde que accedió al cargo y defensora de permanecer en la UE antes del mismo, se produce después de su último esfuerzo para lograr que su acuerdo con la UE en el que abrió la puerta a una nueva votación. Los tories se levantaron en armas y el Gabinete organizó una revuelta abierta que no ha podido frenar. Una vez más como ocurrió con Thatcher, es el propio partido el que acaba con una primera ministra.