Un terrorista apuñala a varias personas al grito de “Alá es grande” en Melbourne
Les ponemos en situación: Melburne, segunda ciudad más grande de Australia, pleno centro. Un individuo estampa su coche, cargado de bombonas de butano, contra un abarrotado centro comercial y después le prende fuego. Sale de él, fuera de sí y al grito de “Alá es grande”. Sale tras los viandantes, cuchillo en mano, dejando varios heridos y asestando una puñalada mortal en el cuello a otro. Él sigue persiguiendo a los agentes. Un peatón le lanza un carrito de supermercado contra él, pero no consigue frenarlo. Continúa persiguiéndolos, atacándoles, a punto está de herir a otro agente. Mientras, siguen explotando bombonas. Todo hasta que finalmente, un disparo en el pecho, seguido de otro, abaten al atacante que muere media hora después en el hospital. La policía lo tiene claro, no hay duda, “lo estamos tratando como un incidente de terrorismo”, dice el superintendente de la Policía de Victoria, David Clayton, ya que el ataque ha sido reivindicado por Estado Islámico.
Del yihadista se sabe que estaba fichado por la policía y que era de origen somalí.