El suroeste de Islandia sufre 17.000 terremotos esta semana: se teme una erupción volcánica
Los expertos temen que el sistema volcánico Krýsuvík entre en erupción
El 3 de marzo, la preocupación aumentó drásticamente por el magma
Historial de siglos de calma que puede romperse con períodos turbulentos
El suroeste de Islandia, en la península de Reykjanes, ha registrado más de 17.000 terremotos durante la última semanaregistrado más de 17.000 terremotosúltima semana. Las autoridades aconsejan a las personas que residen en el área que tengan mucho cuidado debido a los peligros de los deslizamientos de tierra y desprendimiento de rocas, según informa Science Alert.
Algunos de los terremotos más fuertes, del total, incluso se han sentido en la capital del país, Reikiavik (donde vive más de la mitad de la población nacional), que se encuentra a solo 27 km de distancia. Esto ha generado una mayor preocupación por los efectos de terremotos aún más grandes y también de una posible erupción del sistema volcánico Krýsuvík en el área.
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Períodos turbulentos de intensa actividad sísmica
El suroeste de Islandia tiene un historial de siglos de calma, que puede romperse con períodos turbulentos de intensa actividad sísmica, acompañados de erupciones volcánicas. Parece que ahora están entrando en el próximo período turbulento, según los expertos.
Los terremotos registrados la última semana han sido un período de actividad sísmica significativamente mayor que la que tuvo lugar hace más de un año. El temblor de la Tierra es la manifestación más obvia de la liberación de enormes cantidades de energía. El magma se ha estado acumulando más cerca de la superficie y, cuando esto sucede, hay mayor probabilidad de que la superficie se rompa y los volcanes entren en erupción.
El 3 de marzo, la preocupación aumentó drásticamente cuando se detectó un tipo de actividad sísmica característica del movimiento del magma, lo que indica que una erupción podría ser inminente. La Defensa Civil y otras autoridades celebraron conferencias de prensa, cerraron carreteras y reforzaron la vigilancia visual del área sobre el sitio potencial de la erupción.
El magma, explican los especialistas, puede moverse en la corteza y luego detenerse, pero siempre es prudente planificar una erupción y luego reducir las medidas si no sucede nada.
"Erupciones turísticas"
Islandia tiene una red líder mundial para monitorear movimientos sísmicos y volcánicos, y un excelente historial de anticipación de erupciones y de mantenimiento de la seguridad de su población. Entonces, si sucediera una erupción, es probable que todo vaya bien. No obstante, hay incertidumbre entre la población.
Una erupción en esta área no se parecerá en nada a la erupción de Eyjafjallajökull en 2010, o la erupción de Grímsvötn en 2011. Las erupciones en el suroeste de Islandia son de un tipo de roca fluida llamada basalto. Esto da como resultado corrientes de lava de movimiento lento que se alimentan de cráteres y conos que explotan suavemente.
En Islandia, estas se denominan "erupciones turísticas", ya que son relativamente seguras y predecibles, y ofrecen la oportunidad para que cientos de personas sean testigos de un espectáculo natural, la creación de nuevas tierras. En el pasado, los turistas acudían en masa a Islandia para presenciar tales erupciones, pero en la actualidad hay un período de cuarentena de cinco días para los turistas que ingresan debido a la pandemia.
Según los expertos, es muy poco probable que las corrientes de lava que fluyen desde el área dañen alguna propiedad en los caminos previstos, pero si la lava llega al mar, cortará algunas carreteras.
Interrupción de los viajes aéreos a nivel internacional
Otra gran preocupación sobre una posible erupción volcánica en Islandia es la interrupción de los viajes aéreos a nivel internacional. Las nubes de ceniza pueden elevarse a la atmósfera y a la estratosfera donde las aerolíneas comerciales viajan a través de los concurridos corredores de vuelo del Atlántico. Estas nubes, además, pueden llegar rápidamente a Europa Occidental a causa del viento.
Sin embargo, los volcanes en el suroeste de Islandia tienden a no producir mucha ceniza, por lo que el riesgo de interrupción de los viajes aéreos internacionales se considera muy pequeño. Si comenzara una erupción, los vuelos se detendrían automáticamente en el aeropuerto internacional de Keflavík, hasta que se lleve a cabo una evaluación más completa.
La dirección del viento tiene un efecto importante, y dado que el viento predominante es del oeste y Keflavík se encuentra en el lado occidental de esta península del suroeste, se esperaría que los vientos alejen las cenizas de Keflavík. El efecto crucial de la dirección del viento se destacó maravillosamente en 2010 cuando el aeropuerto de Keflavík permaneció abierto, mientras que los aeropuertos de Europa Occidental permanecieron cerrados durante semanas.
Si bien, las restricciones por covid19 hacen más complicado viajar a Islandia, por lo que muchos turistas no podrán disfrutar de una posible erupción. Existe un dicho peculiar sobre este fenómeno: "Mientras que en la mayoría de los países la gente suele huir de las erupciones volcánicas, en Islandia normalmente corremos hacia ellas".