Un total de 227 personas han perdido la vida en Haití como consecuencia del terremoto sufrido este sábado por el país caribeño, según un nuevo balance de Protección Civil, que estima que hay "cientos de heridos y desaparecidos" por el seísmo.
La mayor parte de las víctimas mortales corresponde al departamento Sur, donde se han confirmado ya 158 fallecidos, ha informado el organismo en su cuenta de Twitter. Los hospitales siguen recibiendo heridos por el terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter.
"Las primeras intervenciones, que han sido llevadas a cabo tanto por rescatistas profesionales como por miembros de la población, han permitido sacar a numerosas personas de entre los escombros", ha dicho Protección Civil.
El seísmo ha sido registrado a las 14.29, hora peninsular española, a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, y con un hipocentro a 10 kilómetros de profundidad, de acuerdo con el informe del USGS, que ha emitido una alerta roja ante la posibilidad de que el seísmo haya dejado un gran número de víctimas.
Minutos después se ha registrado una réplica de magnitud 5,2 a 17 kilómetros de la localidad de Chantal, de nuevo con un hipocentro a 10 kilómetros de profundidad.
Según el portal 'Gazette Haiti', el seísmo se ha percibido en la capital, Puerto Príncipe, durante varios segundos. La ciudad se encuentra a unos 130 kilómetros del epicentro del terremoto.
La destrucción ha sido particularmente notoria en la zona de Les Cayes, donde se han derrumbado los hoteles de Le Manguier y Petit pas Hotel, según informa el diario haitiano 'Le Nouvelliste'.
Uno de los principales hospitales de la zona, el Saint-Antoine de Jérémie, está ahora mismo colapsado de pacientes, y necesita refuerzos y medicinas para la atención de emergencia, de acuerdo con el medio.
Finalmente, el Servicio de Alerta de Tsunamis del Servicio Meteorológico de Estados Unidos ha dado por cancelado el aviso de fuerte oleaje emitido en los minutos posteriores al seísmo.
Haití, considerado el país más pobre del hemisferio occidental, aún vive con el impacto del catastrófico terremoto de 2010 que dejó unas 200 000 personas muertas. El país también vive un estado de agitación política desde el asesinato en julio del presidente Jovenel Moise.
Numerosos gobiernos extranjeros, entre ellos algunos como los de Estados Unidos, República Dominicana y España, ya se han ofrecido ya a enviar ayuda.
En la mente de todos está el terremoto de 2010, cuando murieron unas 200 000 personas. Haití es ya el país más pobre del hemisferio occidental y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OIM) estima que 4,4 millones de ciudadanos, más del 40 por ciento de la población, necesitan ayuda para cubrir sus necesidades básicas.
El representante del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en Haití, Brun Maes, se ha mostrado "profundamente apenado" por las primeras informaciones sobre víctimas y "fuertes daños" y ha confirmado la disposición de la agencia para colaborar tanto con el Gobierno como con otros socios y ayudar a las áreas afectadas.
Personal de UNICEF en el sur del país ha comenzado a evaluar la situación para priorizar esta asistencia, teniendo en cuenta que habrá desplazados que necesitarán refugio, agua limpia o atención médica. Ya antes de este seísmo, la agencia calculaba en 1,9 millones los niños haitianos que necesitaban ayuda humanitaria.