El país fue golpeado igualmente el martes por la erupción del volcán Merapi, en la isla de Java, que dejó 34 víctimas mortales y que este jueves volvió a entrar en erupción, lanzando cenizas volcánicas y nubes de gases.
Entre los pueblos más afectados, se encuentra el de Betumonga, en Pagai Utara y donde al menos el 89 por ciento de las viviendas, la mayoría muy rudimentarias, han sido destruidas o registrado daños.
Indonesia inauguró hace dos años un sistema de alerta de tsunami con tecnología y financiación aportadas por varios países, que se suponía tenía que funcionar al completo, en 2010."Las islas esta muy cerca del epicentro, por eso las olas las alcanzaron en cinco o diez minutos. Incluso si hubiera existido una boya de detección, habría sido muy tarde para alertar a la gente", explicó a la televisión estatal, Ridwan Jamaluddin, experto de la Agencia Nacional de Tecnología.
El Ministerio de Sanidad indicó que la embestida del tsunami, que alcanzó una altura de seis metros y penetró 600 metros en tierra firme, destruyó o causó muchos daños en una decena de aldeas de las Mentawai, pobladas por 62.000 habitantes.
La ONU se implica en la ayuda
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó la voluntad del organismo internacional de asistir a Indonesia en las tareas de ayuda a las víctimas.
El máximo responsable de la ONU "reconoce la labor que lleva a cabo el Gobierno indonesio para asistir a los damnificados y expresa la disposición de Naciones Unidas de contribuir a esos esfuerzos", afirmó el portavoz de la organización multilateral, Martin Nesirky. RSO