Los talibanes celebran hoy su control total de las calles de Afganistán y del Palacio Presidencial mientras exhiben su victoria. En una imagen que contrasta con las dramáticas escenas vividas en el país entre los centenares que intentan desesperadamente huir de ellos, los talibanes se han dejado grabar en un gimnasio, en los coches de choque y en un parque de atracciones, intentando dulcificar su imagen.
Mientras tanto, fuera, el aeropuerto de Kabul se ha convertido en el símbolo del caos que reina en Afganistán, donde se han visto imágenes aterradoras, con varios ciudadanos llegando a subirse incluso a un avión en marcha de EEUU del que, segundos después del despegue, comenzaban a caer cuerpos al vacío.
La base aérea era la única vía para escapar del país, y muchos se han encomendado a ello desesperadamente entre empujones y estampidas.
Al mismo tiempo, también se han producido imágenes como la de una decena de mujeres que demostraban su valentía reivindicando sus derechos en las calles de Kabul frente a unos talibanes que siembran el terror de muchas. El nuevo régimen hace temer un nuevo recorte de derechos y libertades sobre ellas, con el precedente dejado por el denominado Emirato Islámico bajo el que no podían ni estudiar ni trabajar.
Los talibabes, no obstante, intentan dulcificar su imagen y llegan a asegurar que respetarán los derechos de las mujeres, pero las limitaciones y las prohibiciones ya han empezado.
Aunque han tratado de desmentir las informaciones sobre supuestos abusos contra las mujeres en las zonas que han ido conquistando en estos últimos días, desde la ONU, su Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió ya la semana pasada de que las informaciones que llegaban del país asiático eran cuanto menos preocupantes.