El Alto Tribunal de Londres ha dado luz verde para Tafida Raqeeb pueda ser trasladada a un hospital en Italia para continuar su tratamiento. Después de un juicio que ha durado cinco días, la pequeña tiene una oportunidad de seguir luchando por su vida.
La pesadilla comenzó en febrero del año pasado, cuando Raqeeb de tan solo 5 años les dijo a sus padres que le dolía la cabeza. Pero el dolor era mucho más grave de lo que nunca pensaron: nada menos que una hemorragia cerebral que la dejó en coma. Internada en el King’s College, un estudio del tronco cerebral demostró que no sufrió muerte cerebral. Sus médicos, sin embargo, se mostraban plenamente convencidos de que nunca recuperaría del estado de mínima conciencia. Su idea, y fue lo que transmitieron a los padres, era desconectar el ventilador para acabar así con su vida. Pero los padres dijeron que no. No querían eutanasia para su hija.
Shelina, su madre, y su padre, Mohammad, no querían la eutanasia para su hija. "Mi hija no es una enferma terminal, está teniendo una evolución positiva", señalaban. "Tafida necesita cada vez menos del respirador artificial”, afirmaban. Ambos no querían perder la esperanza. Así que buscaron un hospital que sí que quisiera cuidar hasta el final a su niña. Lo encontraron: el Hospital Pediátrico Gaslini de Génova (Italia), pero el hospital King’s College Hospital de Londres se negaba. La solución era acudir a los tribunales. Y este ha hablado. Y ha apostado por la fe de los padres.