Según el diario, la Asesora en materia de Seguridad Nacional del Presidente Obama - la máxima responsable de toda la información de inteligencia que se genera en la NSA, las agencias de Inteligencia de Estados Unidos,- habría conocido durante el otoño del 2016 que había “escuchas colaterales llevadas a cabo por las agencias de espionaje de Estados Unidos a funcionarios rusos que, se habrían reunido con miembros del equipo de transición del Presidente electo Donald Trump”.
Según la ley estadounidense, las agencias de espionaje solo pueden espiar a ciudadanos no estadounidenses. En caso de que, de forma fortuita, ciudadanos de Estados Unidos sean grabados en el proceso de la investigación hay dos opciones: si el ciudadano en cuestión está en peligro, los espías tienen que comunicárselo inmediatamente a la policía local y al FBI. La segunda opción tiene que ver con la posible comisión de un delito, si el ciudadano estadounidense grabado por casualidad ( mientras se espía al ruso) no ha cometido delito alguno y no hay orden judicial que respalde ese espionaje se tienen que borrar de forma inmediata y total cualquier referencia a éstas personas y sus conversaciones.
Aparentemente miembros del equipo de Transición de Trump se reunieron con funcionarios rusos en varias ocasiones, como el Embajador de Rusia en Estados Unidos y miembros de una entidad financiera pública rusa. Esas reuniones fueron grabadas por los servicios estadounidenses de Inteligencia.
Según se ha conocido en las últimas horas, al no cometerse ningún delito por parte del equipo de transición de Trump ( conocido hasta el momento), cualquier referencia a ellos debiera haber sido borrada de forma total e inmediata. Según parece, en vez de dar la orden del “borrado” , Rice dio la orden de que éstos informes - con los miembros del equipo de Trump incluidos y sus conversaciones grabadas- se difundieran por todas las agencias de inteligencia del país ( hasta 17), el Congreso y el Senado.
Ayer mismo Donal Trump tuiteaba lo siguiente:
El presidente Donald Trump hace unas semanas acusaba directamente al Presidente Obama de haber grabado sus conversaciones a través de twitter.
Donald Trump llegaba a acusar a Obama el mismo día de estar enfermo o de ser mala persona:
Era el Propio Ben Rhodes, también ex asesor de Obama en materia de Seguridad Nacional el que exculpaba de cualquier interferencia del Presidente Obama en el supuesto caso de espionaje denunciado por Trump.
La semana pasada, el Presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, Nunes fue a la Casa Blanca para reunirse con una “fuente anónima” que “tenía información relevante sobre el espionaje de Rusia y su posible interferencia en las elecciones del 2016”. Horas después la Casa Blanca comunicaba que dicha información “encontrada por casualidad” era enviada al FBI y al Comité de Investigación de la Cámara para su investigación en la causa.
De confirmarse esta información - aún no hay declaraciones de Susan Rice al respecto-, la Ex Asesora de Seguridad Nacional podría ser llamada a declarar ante el FBI y el Congreso en las Comisiones de Investigación del #RusianGate, y se podría enfrentar un proceso legal que el Wall Street Journal denomina “bomba informativa”.