La activista saharaui Sultana Khaya hace un llamamiento para salvar su vida y la de su familia. Pide ayuda al Gobierno español, cuando se cumple un año del arresto domiciliario ilegal al que está sometida por las fuerzas de seguridad marroquíes en su casa de Bojador. Son meses de ataques y violaciones por parte de paramilitares y, denuncia, de la policía marroquí.
Sultana regresó a Bojador cuando el Frente Polisario decretó el estado de guerra, tras saltarse Marruecos el alto el fuego para disolver una protesta pacífica de saharauis en el paso de Guerguerat (una zona desmilitarizada). Khaya encarna la lucha de las mujeres y del pueblo saharaui por su autodeterminación. Llevan décadas esperando que se celebre un referéndum auspiciado en las resoluciones de Naciones Unidas, que considera que España no ha descolonizado este territorio y, por tanto, continúa siendo potencia administradora y responsable de lo que allí ocurre.