Los ciudadanos suizos han rechazado en referéndum restringir la libre circulación de personas entre Suiza y la UE, uno de los cuatro temas que se sometían a votación. En concreto, han rechazado la restricción por un 61,7 por ciento de votos y una mayoría de los 26 cantones del país.
La aprobación de restricciones a la entrada de personas de la UE hubiera provocado represalias por parte de Bruselas en forma de suspensión del acceso de suizos a la residencia y a los mercados laborales del bloque.
Los suizos han aprobado además el permiso de paternidad de diez días, la nueva ley federal sobre caza o la compra de nuevos aviones de combate con una participación muy elevada del 58 por ciento de media. En las consultas la ciudadanía ha rechazado además mayores desgravaciones fiscales para las familias con hijos.
En cuanto a los aviones de combate, se ha ratificado un crédito de 6.000 millones de francos suizos aprobado en el Parlamento para la compra de 40 aviones de combate.
El Grupo por una Suiza sin Ejército estaba en contra y recolectó las firmas necesarias para que esta decisión se sometiera a referéndum. Sin embargo, los votantes han aprobado la adquisición de los nuevos aviones con un 50,1 por ciento de votos. Un resultado muy ajustado.
En cuanto al permiso de paternidad remunerado de diez días, tanto la derecha como las organizaciones empresariales se habían manifestado en contra de la medida, aprobada por el Parlamento por una amplia mayoría. Reunieron las firmas necesarias y finalmente ha sido ratificada con un 60,3 por ciento de votos.
Los votantes suizos también se han pronunciado sobre una serie de medidas aprobadas por el Parlamento para aliviar la carga fiscal de las familias. La reforma contemplaba elevar de 10.000 a 25.000 francos la suma deducible de impuestos para el cuidado de los hijos en escuelas infantiles o por otros medios, así como una desgravación fiscal general de 10.000 francos anuales por hijo, por encima de los 6.500 actuales.
Los partidos de la izquierda se oponían a la reforma porque consideraban que las exenciones fiscales solo beneficiarían a las familias ricas y por eso se ha sometido a referéndum. El 63,2 por ciento de los votantes comparte los argumentos de la izquierda y ha rechazado las exenciones fiscales.
Finalmente, se ha votado sobre la reforma de la ley de caza, que flexibilizaba algunas de las restricciones. Entre otras permitía el sacrificio selectivo de lobos, pero el voto de las zonas urbanas ha determinado el resultado final: el 51,9 por ciento de los votantes ha rechazado la nueva ley.