Stephan Balliet dio un informe detallado del ataque contra una sinagoga en Halle, localidad alemana, que transmitió en vivo después de publicar un "manifiesto" racista en internet, según un juez del tribunal de justicia federal. La oficina del fiscal federal confirmó después de la audiencia que el neonazi de 27 años había confesado el crimen y la razón antisemita que lo impulsó.
La Policía alemana registró este jueves la casa en la localidad de Benndorf, próxima a Eisleben y a unos 40 kilómetros al este de Halle, en la que vivía el autor del ataque junto a su madre, donde han encontrado pruebas que lo incriminan, según los fiscales.
Un portavoz de la Fiscalía en Karlsruhe ha informado que Balliet, detenido poco después del tiroteo, no era objeto de la atención de las autoridades como radical de extrema derecha. Se está investigando su entorno familiar para determinar si tuvo cómplices en su actuación.
Los fiscales federales se decantan por un crimen ultraderechista y antisemita, ya que el asaltante intentó atacar una sinagoga. "Planeaba matar a personas", subrayó un investigador, si bien no consiguió realizar plenamente sus planes. En este sentido, los fiscales están trabajando en cargos de asesinato e intento de asesinato.
Balliet intentó entrar una sinagoga el pasado miércoles durante una festividad religiosa hebrea, pero no pudo ingresar al edificio por lo que mató a tiros a una viandante y a un hombre que estaba en local de kebab turco.
Después el arma casera que llevaba se atascó huyó en un taxi secuestrado. El joven de 27 años pretendía realizar una masacre de hebreos a los que acusó de todos los males del mundo. Además de acusar a las feministas del problema de la natalidad.