Christian Brueckner,ChristianBrueckner, el ciudadano alemán de 43 años con múltiples condenas, entre ellas por abuso sexual a menores, principal sospechoso de la desaparición de la menor Madeleine McCann, es también el sospechoso de otro caso de abuso infantil ocurrido el pasado año 2007.
Así lo recoge el medio Metro, que asegura que el fiscal jefe alemán en el caso de Madeleine ha confirmado que es sospechoso de haberse "expuesto y realizado un acto sexual frente a una niña de 10 años" en una playa portuguesa.
Una primera investigación sobre este caso fue cerrada porque la víctima no pudo identificar al atacante, pero ha sido reabierto después de que la madre de la menor acudiera a la policía al identificarlo cuando apareció en la televisión como principal sospechoso del caso de la pequeña Maddie.
El pasado junio, la Fiscalía de la ciudad de Braunschweig (Alemania) abrió una investigación contra Christian Brueckner por su posible relación con la desaparición de Madeleine, vista por última vez en 2007 en un complejo turístico del Algarve, en el sur de Portugal.
El nuevo sospechoso en el marco de esta investigación por asesinato cumple actualmente condena en Alemania por un asunto no relacionado con esta desaparición. Se trata de un delincuente sexual con múltiples condenas, entre ellas por abuso sexual de niños, según la Oficina Federal de la Policía Criminal (BKA).
Este hombre tenía el cabello corto y rubio cuando sucedieron los hechos, era de complexión delgada y medía en torno a 1,82 metros, según indica la policía británica en un comunicado.
Vivió regularmente en el Algarve portugués entre 1995 y 2007, año de la desaparición de la pequeña Madeleine McCann, que fue vista por última vez en un complejo turístico de Praia da Luz.
En esa etapa, residió unos años en una casa ubicada entre Lagos y Praia da Luz, en la zona donde desapareció 'Maddie', y, según la información disponible en el marco de esta investigación, realizó varios trabajos 'extraños' en el área de Lagos, incluso en el sector de la restauración. Además, la investigación apunta a que se ganaba la vida cometiendo delitos, incluido el robo en complejos hoteleros y casas de vacaciones, y con el tráfico de drogas.