Rusia continúa defendiendo que no ha cometido ningún crimen de guerra en Ucrania. Sin embargo, nuevas imágenes ponen en entredicho su versión. A las fosas de cadáveres de Bucha ahora se suma un vídeo captado en los alrededores de Kiev. En él se ve cómo un grupo de soldados rusos asesinan por la espalda a dos civiles ucranianos.
Los hechos ocurrieron el 16 de marzo en un concesionario cercano a Kiev, cuando el ejército de Vladímir Putin intentaba tomar la capital. 'CNN' y 'BBC' han tenido acceso a los vídeos de las cámaras de vigilancia. Un grupo de militares rusos llegaron a un concesionario a bordo de una furgoneta robada. El vehículo llevaba pintada el símbolo "V" de los rusos y las palabras "Fuerzas Especiales Rusas Mecanizadas".
Dentro del negocio estaban el dueño y Leonid Oleksiyovych Plyats. Este último era un jubilado de 65 años que trabajaba como guarda de seguridad para complementar su pensión. Ambos hacían vida en el negocio para evitar saqueos. Al percatarse de la presencia de los militares, se vistieron y salieron a responder a sus preguntas.
Ninguno iba armado y eran civiles. Salieron a la valla del negocio para que los soldados comprobaran que no tenían armas. No opusieron resistencia y colaboraron, tal y como muestran las imágenes de las cámaras.
Al terminar, los soldados se dieron media vuelta y doblaron la esquina. Leonid y su jefe se dirigieron en dirección al puesto de control donde estaban en un primer momento. En ese momento, aprovechando que estaban desprevenidos, dos militares se acercaron a la valla y dispararon por la espalda a los dos civiles.
Pese a la ráfaga de disparos, Leonid se levantó al poco tiempo y llegó a la garita. Allí, malherido, llamó a un amigo en busca de ayuda. Mientras el guarda se estaba desangrando, los militares rusos entraron en las oficinas y brindaron con alcohol. Tras percatarse de que estaban siendo grabados, uno rompió una de las cámaras.
Sasha y Kostya, dos soldados ucranianos, acudieron para auxiliar al pensionista. Cuando llegaron había perdido mucha sangre. Por su parte, los rusos aprovecharon para emboscarlos. Finalmente, no pudieron salvar la vida del hombre y huyeron inmediatamente de la zona.
"Hablamos con él por teléfono, tratamos de calmarlo. Le dijimos: 'Todo está bien y lo estará. Sobrevivirás'. Le dijimos que estábamos en camino. Tal vez eso lo ayudó. Pero desafortunadamente, cuando lo logramos ya estaba muerto", ha explicado Sasha a 'BBC'.