El ex niño soldado, que dijo que en el momento de ser reclutado tendría "unos once años", declaró hoy por segunda vez, después de que en su primer intento la presencia de Lubanga en la Corte y el temor a ser acusado en la República Democrática de Congo (RDC) le indujeran a interrumpir su testimonio y a retractarse de sus primeras declaraciones ante los jueces.
Tras haber recibido asesoramiento legal y de que se le asegurara que su testimonio en La Haya no puede ser la base para un juicio en la RDC, el niño relató su historia de corrido.
Explicó que los hombres de Lubanga, pertenecientes a la Unión de Patriotas Congoleños (UPC), les "golpeaban delante de todos", dormían "a la intemperie", porque tenían que "proteger a los soldados (...)".
Y añadió: "Si estábamos enfermos, también nos pegaban, saltaban sobre nosotros, nos cimbreaban en la planta de los pies y cuando apenas teníamos fuerzas por los golpes, nos entregaban los uniformes", explicó el niño, que declaró con la voz y su imagen distorsionadas.
El testigo contó también que las tropas de Lubanga le reclutaron un día al regresar del colegio junto con un grupo de amigos.
"Os vamos a llevar para que seáis entrenados y podáis colaborar en la seguridad del país", relató el testigo con respecto a las palabras de los soldados.
"Si les replicábamos, nos golpeaban, con lo que tras andar unas dos horas de camino, llegamos al campo", especificó.
Según el joven, las niñas reclutadas eran "algunas mayores y otras menores" que él, "cumplían las mismas órdenes que los niños (...) pero las violaban nada más llegar y tenían que estar con los soldados mayores".
Sin que el público tuviera acceso a ningún dato de su biografía, el ex niño soldado se refirió reiteradamente en su relato a los maltratos que sufrían de manos de las tropas de la UPC: "Si perdíamos el arma, nos golpeaban, incluso dos o tres personas a la vez, (...); si no podíamos correr porque nos daban zapatos demasiado pequeños, también nos golpeaban; si queríamos escapar, nos golpeaban o disparaban".
"Yo mismo vi con mis propios ojos cómo algunos niños murieron por intentarlo (...), sufrimos demasiado", reflexionó.
Cuando la fiscal Fatou Bensouda le preguntó por lo que sintió la semana pasada, cuando tuvo que interrumpir su declaración, el testigo respondió: "Me vinieron muchas cosas a la mente, estaba enfadado y no era capaz de declarar".
Lubanga, cuyo juicio comenzó el pasado 26 de enero, está acusado de reclutar niños menores de 15 años en la RDC entre 2002 y 2003.