El terror se instala en Siria. Ya son 300 muertos desde que Donald Trump dió luz verde, hace apenas cinco días, a la entrada de Turquía en el norte del país. En las últimas horas, Estados Unidos ha anunciado la retirada de sus tropas, mientras las milicias kurdas se repliegan y ceden el terreno al ejército de Damasco.
El Éjercito de Bachar Al Asad se mete de lleno en la guerra con Turquía. Sus tropas regresan al norte de Siria siete años después aprovechando la retirada de Estados Unidos. El acuerdo alcanzado con las milicias kurdas se celebra en las ciudades sitiadas por el éjército turco que amplía una ofensiva sangrienta.
Este convoy acaba de recibir el impacto de las bombas turcas; en él viajaban civiles y periodistas internacionales, pero no son las únicas víctimas: Hay más de un decena de muertos y cerca de 80 heridos, porque el caos y la barbarie se apoderan de nuevo del país.
Las milicias sirias que luchan con Turquía ejecutan de forma extrajudicial a civiles y combatientes capturados.
Ejecuciones a sangre fría como la de esta política kurda. Los responsables de la barbarie, de nuevo, grabando con sus móviles, las atrocidades de un conflicto que deja ya más de 300 muertos.