Tenía 35 años y murió el uno de los últimos coletazos del Estado Islámico tras provocar un ataque suicida en un restaurante de Siria el pasado 16 de enero. Shannon se convirtió así en la primera miembro del servicio femenino estadounidense que falleció en la lucha contra el casi extinguido ISIS, pero en la lucha contra el grupo terrorista no es la única batalla que luchó, pero sí la única que perdió.
Durante el traslado de sus restos al Cementerio Nacional de Arlington, el popular camposanto militar estadounidense, más de mil personas se congregaron para despedir a Shannon, quien desempeñaba la función de criptóloga dentro de la marina y ayudó a recolectar importantísima información de operaciones especiales.
El legado de Shannon se recordará durante años, quien a pesar de haber fallecido con tan solo 35 años, dejó una importante impronta en aquellos quienes la conocieron.
Shannon decidió alistarse a la marina durante los atentados del 11 de septiembre, llegando a ser parte importante del departamento de inteligencia, se convirtió en madre de dos hijas, superó un cáncer y era una apasionada de las carreras de maratón.
En declaraciones de uno de sus compañeros de misión en ABCNews, Adam Elliott, la definió como “una persona sorprendente. Kent podría lanzar a un compañero de equipo masculino sobre su espalda, pero su dureza siempre venía con una sonrisa. Shannon era una mezcla perfecta de humildad y orgullo, profesionalismo y tontería. Si ella estaba luciendo una sonrisa, no hay forma en el infierno de que tú tampoco la estuvieras luciendo"
Todos sus compañeros coincidían en su humanidad y destacaban cómo trataba a la gente de Irak, Afganistán o cualquier lugar en el que estaba destinada, “siempre estaba preocupada por ellos”
En medio de todo aquello le diagnosticaron un cáncer de tiroides, contra el que luchó y al que venció. Tras volver al trabajo la Armada le solicitó que fuese a Siria a finales del 2018, algo a lo que no estaba obligada, pero que aceptó.
"Ella no quería no desplegarse porque también quería que la gente respetara y entendiera que era una guerrera, y no había nada que la detuviera de la misión, a pesar de que su familia es más importante", dijo su hermana. “Ella siempre fue mi ídolo, mi mayor partidaria y mejor amiga"