El Supremo de Estados Unidos legaliza el asesinato de un niño en la frontera con México
Los jueces impiden su extradición por haber actuado en "defensa propia"
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dictaminado este martes que los padres de un niño de 15 años que murió en la frontera entre el país norteamericano y México no pueden demandar al agente fronterizo que le disparó.
Sergio Hernández Guereca se encontraba en el lado mexicano de la frontera, concretamente en el límite que separa El Paso, en Texas, de Juárez en 2010, jugando con tres amigos a cruzar la frontera, correr, tocar la valla del lado de Estados Unidos y volver al lado mexicano cuando recibió un disparo procedente de un agente de la patrulla fronteriza que estaba en el lado estadounidense.
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El agente de la patrulla fronteriza, Jesús Mesa Jr., detuvo a uno de los niños por cruzar la frontera de forma ilegal, pero Hernández se escapó y regresó al lado mexicano. Mesa sacó su arma y disparó a más de 18 metros de distancia a Hernández, alcanzándole en la cabeza.
Así, la investigación llevada a cabo por las autoridades americanas ha concluido que Mesa disparó en defensa propia, en respuesta a los contrabandistas que le lanzaban piedras, aunque no se ha podido probar que Hernández lanzara nada al agente.
Por su parte, fiscales mexicanos imputaron al agente por asesinato. Cuando Estados Unidos rechazó la petición de extradición, los padres de Hernández, Jesús Hernández y María Guadalupe Guereca, denunciaron. Sin embargo, los tribunales estadounidenses rechazaron su caso y concluyeron que la protección de la Constitución contra la fuerza excesiva de los cuerpos de seguridad no se aplicaba a alguien fuera de Estados Unidos.
"Incidente internacional"
El juez del Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, Samuel Alito, ha indicado en la sentencia que la corte no extenderá el alcance de la ley federal a reclamos contra acciones policiales estadounidenses que tienen efectos en otros países.
"Un tiroteo en la frontera es, por definición, un incidente internacional", ha explicado Alito, al tiempo que ha pedido una solución diplomática, no una legal, según ha recogido la cadena de televisión NBC News. A su juicio, es al Congreso y no a los tribunales al que le corresponde decidir el alcance de la Ley de Derechos Humanos en tales contextos.
La juez Ruth Bader Ginsburg discrepa con sus otros cuatro compañeros y ha valorado que la demanda debería haberse permitido porque el agente estaba en territorio estadounidense cuando disparó.
Asimismo, el abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles Lee Gelernt, que argumentó el caso, tampoco está de acuerdo con la sentencia. "La gravedad de este fallo no podría ser más clara dada la retórica militarizada y las políticas de la Administración (del presidente estadounidense, Donald) Trump dirigidas a las personas en la frontera", ha explicado.
"Los agentes fronterizos no deberían tener inmunidad para disparar de forma fatal a adolescentes mexicanos al otro lado de la valla fronteriza", ha zanjado.
México lamenta la sentencia
Por su parte, el Gobierno de México ha lamentado la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos y ha expresado su "profunda preocupación" por los efectos que esta "tendrá en otros casos similares".
"Con este precedente, dichos casos ahora podrían tener limitaciones para demandar justicia y una reparación del daño en los tribunales" estadounidenses, ha indicado la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana en un comunicado.
Asimismo, México ha trasladado "su enérgica condena a situaciones en las que autoridades de procuración de justicia recurren al uso de la fuerza de manera desproporcionada, y en ocasiones extraterritorial, particularmente en la frontera" entre el país latinoamericano y Estados Unidos.