El segundo 'renacer' de los liberales alemanes

  • El FDP, el partido de los liberales alemanes, aprovecha las críticas a la gestión de la pandemia de la 'gran coalición' que dirige Angela Merkel para subir en las encuestas, tras haber flirteado con la irrelevancia.

Christian Lindner, el líder de los liberales alemanes, es de los pocos que puede pensar, políticamente, en días mejores . Su partido, el FDP, apostó durante la pandemia por criticar la política de restricciones de la 'gran coalición' de la canciller Angela Merkel contra la propagación del SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19.

Ahora, tras meses de restricciones que aquí llaman “confinamiento duro”, el clima político parece favorecer a Lindner y compañía. A fin de cuentas, el partido de Lindner es el partido de la libertad, la de mercado y la individual.

En tiempos de restricciones por culpa de la pandemia, la falta de estas libertades es la que ha generado un más que perceptible clima hostil hacia el Ejecutivo de Merkel en los sectores de la economía más golpeados por las medidas anti-COVID-19 y en buena parte de la sociedad. En este ambiente de hostilidad, Linder parece moverse como pez en el agua.

Lleva Lindner meses criticando unas medidas contra la propagación del coronavirus que ha llegado a llamar “arresto domiciliario” cuando han sido duras. También ha tachado de “espejismo” los aligeramientos por etapas de las medidas planteados a principios de este mes.

Critican en el FPD que la actitud del gobierno de Merkel ante la pandemia no ha cambiado desde que comenzara la crisis del coronavirus. “Hace un año, el lema del Gobierno: 'era quédate en casa'. Ahora ese sigue siendo el lema. No vemos cambios, ni progresos, ni una perspectiva distinta para luchar contra la pandemia”, dice a NIUS Johannes Mellein, portavoz del FDP en la sede central del partido liberal.

Los sondeos de intención de voto parecen dar la razón a esta actitud suya. Mientras que los conservadores alemanes caen en las encuestas, afectados entre otras cosas por los negocios de dudosa ética de algunos de sus ya ex diputados, la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel ha caído en las encuestas por debajo del 30%. El FDP, por su parte, ya asoma por encima del 10% en los últimos sondeos de intención de voto.

Críticas y propuestas desde la oposición

“Contamos ya tres sondeos en los que estamos por encima del 10%, lo que significa un aumento fuerte del apoyo a nuestras políticas. Esto se debe a que somos, más o menos, el único partido que ha criticado pero también que ha hecho propuestas constructivas”, según Mellein.

“El Gobierno alemán ha terminado aceptando ideas nuestras como la cumbre sobre vacunación con los productores de vacunas o la idea del aligeramiento de las medidas anti-COVID-19 por etapas”, añade. Además, “estamos haciendo de la protección de derechos básicos y leyes fundamentales en tiempos de pandemia nuestros temas principales, proponiendo sólo restringir la libertad de la gente allí donde sea realmente necesario”, abunda este portavoz liberal.

Cuando hace un año Merkel y compañía decían tener el coronavirus “bajo control”, el discurso crítico del FDP no calaba. Además, el 2020 ya había empezado mal para Linder y compañía por querer aupar como presidente a uno de los suyos en Turingia (este teutón) con apoyo de la CDU y, sobre todo, de la ultraderecha. Así, el FDP coqueteaba a mitad del año pasado con el 5% de los votos en unas eventuales elecciones generales. Por debajo de ese 5%, según la ley electoral alemana, no se puede acceder al Bundestag.

Ese riesgo no es nada abstracto para los liberales. En las elecciones generales de 2013, pese a venir de gobernar en coalición con la CDU de Merkel, el FDP no superó esa barrera del 5%. Perdió a los 93 diputados que obtuvo en los comicios de 2009.

La posibilidad de llegar al Gobierno federal

Sin embargo, en 2021, los liberales parecen renacer por segunda vez. Porque si en 2017 se recuperaron del varapalo de 2013, este año han dejado la peligrosa zona del 5% para pensar incluso en gobernar. Si este domingo hubiera elecciones generales, los liberales lucharían con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) por ser el cuarto partido más votado, por detrás de la CDU, Los Verdes y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).

Esa situación, pese a no dar para podio en la clasificación de formaciones más votadas, sin embargo, permite pensar a los liberales en volver al Gobierno federal en Berlín.

Ya empiezan a darse sondeos que muestran que una coalición entre Los Verdes, el SPD y el FDP – lo que se llama aquí “coalición semáforo” porque a esos partidos se les identifica respectivamente con los colores verde, rojo y amarillo – podría dar lugar a un próximo Gobierno alemán sin la CDU.

“Nosotros no queremos especular sobre coaliciones a nivel federal, pero ya sabemos que las coaliciones semáforo, como la de Renania-Palatinado, pueden funcionar bien. Para nosotros, el semáforo es sólo una opción. Lo primero que tenemos que hacer es concentrarnos en nuestro partido y nuestra agenda. En lo económico, puede que todavía estemos más cerca de la CDU, pero hay otras conexiones con otros partidos. Por ejemplo, hay avances en la colaboración con los socialdemócratas", expone Mellein, el portavoz del FDP.

Buen rendimiento electoral

Los liberales alemanes no sólo pueden sentirse espoleados por los sondeos. En la última gran cita electoral celebrada en Alemania, los comicios de Renania-Palatinado y Baden-Wurtemberg, Länder del suroeste germano, el FDP cosechó dos resultados más bien satisfactorios.

En Baden-Wurtemberg, el FDP creció un 2,2% respecto a la anterior cita con las urnas. Se hizo con un 10,5% de los votos. “Baden-Wurtemberg es el Land del que surgió el FDP. Tradicionalmente tiene aquí resultados por encima del 10%, aunque tras un par de elecciones en que las cosas fueron mal, ahora el partido al menos está recuperado aquí”, dice a NIUS Patrick Bernhagen, politólogo y profesor de la Universidad de Stuttgart, la capital de Baden-Wurtemberg.

En Renania-Palatinado, el FDP perdió un 0,7% de sus votos respecto a las elecciones de 2016. Pero el 5,5% cosechados por los liberales en ese Land tiene mérito, entre otras cosas porque los liberales vienen de estar un lustro en el poder junto a ecologistas y socialdemócratas, con todo el desgaste que ello implica, especialmente en tiempos de pandemia.

El FDP también gobierna en Alemania en el populoso Land (oeste teutón), en una coalición gubernamental con la CDU que dirige Armin Laschet, el líder del partido conservador alemán. Los de Lindner también gobiernan con Los Verdes y la CDU en Schleswig-Holstein, el Land

“Tenemos que ser capaces de formar coaliciones con otros partidos”

En suma, los liberales pueden reivindicar, con un programa económicamente situado a la derecha, ser capaces de arrimar el hombro a conservadores y progresistas. Pueden llamar a muchas puertas a la hora de alcanzar responsabilidades de Gobierno, a nivel regional, pero también a nivel federal.

El FDP, de hecho, ha sido tradicionalmente un partido en el que se han apoyado SPD y CDU para formar gobiernos federales. Pero ahora, “el sistema político ha cambiado; antes había o una coalición de gobierno CDU-FDP o de SPD-Los Verdes, pero estas combinaciones han saltado por los aires por el comportamiento electoral de la gente aquí, ya no nos quedan prácticamente partidos de masas, salvo la CDU, que incluso ahora está por debajo del 30%”, según Mellein, el portavoz del FDP.

“Ante este comportamiento de los electores, tenemos que ser capaces de formar coaliciones con otros partidos”, añade.

A su entender, la situación política del país ha cambiado respecto a 2017, cuando el FDP dinamitó las negociaciones de gobierno entre conservadores, ecologistas y liberales. “En 2017, las negociaciones fracasaron porque la CDU rechazaba ideas básicas del FDP”, dice el portavoz liberal.

Sea como fuere, que el FDP sea un elemento a considerar en las ecuaciones del poder alemán depende, en buena medida, de cómo transcurra el medio año justo que faltan para las próximas elecciones generales, que tendrán lugar el próximo 26 de septiembre.

Entre tanto, en este “super-año” electoral, también han desarrollarse, antes de esa cita con las urnas, las elecciones regionales de Sajonia-Anhalt (este germano), previstas para el 6 de junio.