El Mundial de los Mundiales amenaza con jugarse también en la calle. Los disturbios de la huelga de metro en Sao Paulo siguen dejando imágenes poco deportivas: carreras, gases lacrimógenos y caos. Se ha detenido a 13 personas en las últimas horas. La huelga, ilegal, según la justicia podría impedir que el jueves se pudiera llegar en metro al estadio. El calendario de protestas que los manifestantes piensan hacer coincidir con cada partido amaga con oscurecer la gran cita del fútbol en el gran país del futbol. Las selecciones van llegando pero Brasil ha hecho de la protesta contra el despilfarro y la corrupción la agenda principal del mundial extra deportivo. No todas las obras en las 12 sedes han concluído pero la cuenta sube. Ya se ha gastado más dinero que en los dos mundiales de Alemania y Sudáfrica juntos. Pero hay que pintar la reputación del país a marchas forzadas por eso hasta en las favelas se hacen arreglos de última hora. La climatología tampoco ayuda, en Curitiva donde está la selección española, las lluvias han inundado barrios enteros, eso si las zonas más pobres .