El caso de Saman Abbas, una joven de 18 años desaparecida en Italia, mantiene en vilo a todo el país. La joven desapareció el pasado 30 de abril, y desde el primer momento tanto las autoridades como los investigadores judiciales defendieron los peores augurios sobre ella: están convencidos de que fue asesinada por su propia familia.
Ahora, cuatro meses después de su desaparición, la familia ha confesado que se trata de un asesinato. "La hago a pequeños pedazos y, si quieres, también la llevo a Guastalla, la tiramos allí porque así no va bien... Ella hace demasiadas cosas... Se pone pantalones... Nada que ver con la mujer musulmana", confiesa su hermano, según recoge ABC.
El hermano, de 16 años, ha confesado que la familia planeó el crimen el día anterior. Por sus declaraciones, el juez asume que el móvil del asesinato es la religión.
Cinco miembros de la familia están siendo investigados: los padres, un tío y dos primos. Solo uno de ellos, Ikram Ijaz, 29 años, fue detenido en Francia.
Según las declaraciones del hermano, su tío, Danish Hasnain, fue el autor material del crimen: "El tío la mató estrangulándola; me pidió que no dijera nada a los carabineros y amenazó con matarme si decía algo. Pensé matarlo mientras dormía, teniendo en cuenta lo que había hecho. Pero después consideré que yo habría acabado en la cárcel y que era mejor que intervinieran los carabineros."
La joven huyó de su casa en la ciudad de Novellara, en Italia, cuando aún era menor de edad, y denunció su caso ante los servicios sociales. Saman no quería casarse con su primo, también paquistaní, como le imponía su familia, y por eso decidió huir.
La menor pasó un tiempo en un centro de acogida pero finalmente decidió volver a su casa. Fue entonces cuando desapareció. Tras la desaparición, sus padres habían regresado a Pakistán, sin ella.
En una cámara de seguridad de una vivienda vecina se han encontrado imágenes en las que se ve a cinco personas alejándose de la casa familiar con palas, una palanca y un balde. Tras salir, volvieron dos horas después, lo que sigue reforzando la teoría de los investigadores.