El presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha encargado al expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi formar un nuevo Gobierno, después de que el martes constatase que no se dan las condiciones para que Giuseppe Conte pueda lograr una nueva mayoría y seguir al frente del Ejecutivo.
Draghi ha aceptado el encargo "con reservas", una fórmula que le llevará ahora a abrir una ronda de consultas con los partidos políticos para tantear sus opciones y, llegado el caso, volver al Quirinale para formalizar su designación.
En unas primeras palabras, Draghi ha agradecido la "confianza", resaltando que Italia atraviesa "un momento difícil", marcado por una "dramática crisis sanitaria" con "graves efectos" sobre la vida de las personas y la sociedad y la economía en su conjunto.
Espera "una respuesta a la altura de la situación", para lo cual ha apelado a la "unidad" de todos los actores políticos y sociales con vistas a que pueda terminar conformando un nuevo gabinete capaz de resolver "problemas cotidianos", "relanzar" el país en términos económicos y combatir la pandemia de covid-19, entre otros desafíos.
Así, ha dicho que hablará con "gran respeto" con las fuerzas representadas en el Parlamento, "expresión de voluntad popular", aunque ya ha dejado claro que confía en que pueda haber "una respuesta responsable y positiva" al encargo de Mattarella, que finalmente ha desechado un gobierno político para apostar de nuevo por uno tecnócrata.
El exresponsable del BCE ya lleva por delante el 'no' de la principal fuerza en el Parlamento, el Movimiento 5 Estrellas (M5S). El líder del partido, Vito Crimi, ha dejado claro que "no votará por el nacimiento de un gobierno técnico presidido por Mario Draghi", por entender que debe designarse una administración "política", si bien no se descarta que algunos legisladores puedan desmarcarse de la línea general.
El Partido Democrático (PD), actual socio de coalición con el M5S, sí parece más abierto, atendiendo "al bien común del país", según su secretario general, Nicola Zingaretti, que no ha llegado a confirmar el 'sí' a Draghi. Tanto el PD como el M5S habían dado su apoyo a Giuseppe Conte y se habían manifestado en contra de convocar elecciones anticipadas.
En cambio, el exprimer ministro Matteo Renzi, líder de Italia Viva, ha llamado a "todas las personas de buena voluntad" a aceptar la propuesta de Mattarella, ya que considera que "es el momento de los constructores" para salir de la actual crisis política en el país transalpino, informa la cadena Sky.
Por su parte, el líder de la Liga, Matteo Salvini, ha dicho no tener "prejuicios" con Draghi --"si hace suyas nuestras propuestas para relanzar el país estaríamos felices"--, pero ha planteado que sería "mejor" convocar elecciones y evitar un escenario de interinidad que, en principio, se prolongaría hasta 2023.
Una postura similar ha planteado la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que si bien ha insistido en su defensa de nuevos comicios, también se ha mostrado dispuesta a trabajar "por el bien de la nación", mientras que Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, sí vería con buenos ojos al antiguo presidente del BCE.